Gral. (r) Jaime Lasprilla Villamizar*
El Presidente de la República es el Comandante en Jefe de las FFMM y la asistencia militar a la policía se da en el contexto de una grave situación de desorden público o terrorismo como en estos casos primero por evaluación del gobierno y por orden expresa del Ejecutivo o por solicitud de los Alcaldes y Gobernadores.
En las situaciones particulares, las de mayor afectación (Cali, Medellín y Bogota) la agresión supera la atención de la Policía Nacional porque ya fueron dosificadas y agotadas estas medidas y por tanto el Ejecutivo no debe pedirle ninguna autorización a los mandatarios locales o regionales y estos no tienen potestad sobre las FFMM quienes tienen la obligación Constitucional de acudir a recuperar el orden y el artículo 170 del Código Nacional de Policía es claro en legitimar el empleo en asistencia militar a la Policia por parte de las FFMM.
Estos actos que han sido planeados, premeditados y ejecutados de manera sincronizada en el territorio nacional tienen en los cabecillas políticos de izquierda, sus principales promotores, Petro, Bolivar, y le cabe la gran responsabilidad a la Alcaldesa Claudia López, al Alcalde Daniel Quintero y Ospina a lo que se suma los actos de negligencia de otros personajes instigadores y convidados de piedra.
Exigirle por un lado a la justicia para que obre de manera contundente e inmediata contra estas posturas complacientes e indolentes y el Presidente no puede tener un asomo de debilidad para restablecer el derecho a la defensa y seguridad de la mayoría de los Colombianos y la protección de los bienes públicos y privados. La asistencia militar debe ser superior al escalamiento de la agresión. Si no se toman medidas ejemplarizantes ahora, vamos a tener que lamentar.
Estos terroristas no tienen reparos para llevar a cabo cualquier acto contra la población civil o las autoridades, ni mesura en el empleo de la violencia. Violencia es violencia y se debe actuar con contundencia. Ya le midieron la temperatura al gobierno.
Toda nuestra solidaridad a las FFMM y a la Policía Nacional. El gobierno sabrá rectificar las malas decisiones y no hay justificación ninguna para los desmanes que se han presentado. La afectación es al ciudadano de a pie, al trabajador común, al que se rompe el lomo, al que paga impuestos.
Esto es una bola de nieve.
Si la situación empeora, se tendrá que decretar el estado de conmoción interior y si hay que llamar a las reservas para conjurar la situación, el presidente tendrá que acudir a esa medida constitucional.
No puede dársele mensajes errados a los ciudadanos, y la mayoría entiende que la autoridad y la gobernabilidad se deben restablecer de manera legítima y legal por quienes ostentan ese inaplazable compromiso, pero si no se hace por el camino civilizado y con las herramientas que están establecidas por constitución y por ley, muchas personas que están siendo agredidas y sus bienes destruidos estarán en posición de defender a su familia y lo que han construido durante muchos años de sacrificio y en este grupo me incluyo yo.
Estaremos muy atentos y si hay un llamado para contribuir a garantizar la vida, honra y bienes de la mayoría de Colombianos frente a los actos de terrorismo de una minoría de desadaptados, fanáticos e irresponsables, ahí estaremos, donde la Patria nos necesite. Hemos sido respetuosos de la Constitución y la Ley y lo seguiremos haciendo hasta el último aliento de nuestras vidas, pero no seremos indolentes ni tendremos un asomo de duda para rodear a nuestras FFMM y Policía Nacional defendiendo a nuestros compatriotas.
*Excomandante del Ejército
