Por Jesús Vargas
Durante algún tiempo en ciudades como Medellín los programas de vivienda de interés social han tropezado con la escasez de suelo, pero diera la impresión que en el resto de Colombia este no es un escollo a juzgar por los datos de Camacol y Coordenada Urbana.
En el primer trimestre se vendieron casi 55.000 casas y de esas el 68% corresponden a VIS.
El valor total es de $11.9 billones reveló la presidenta Sandra Forero Ramírez al matizar que “este comportamiento del sector es un claro mensaje de la confianza de los hogares en la compra de vivienda como fuente de bienestar y formación de patrimonio”.
A la dinámica en ventas ayudan los subsidios para VIS y los descuentos en tasa de interés para otros segmentos. A marzo se inició la construcción de 38.140 viviendas con 24.878 de VIS.
En empleo ha permitido la vinculación de 165.000 personas. A mano alzada con el aumento de la vivienda, la cadena de insumos mueve $4.2 billones.
En un año los constructores comenzaron a edificar 194.481 unidades (146.353 de VIS).
Los datos son excelentes y sin embargo aún falta mucho porque hay cientos de miles de ranchitos cuya ocupación es indignante para el ser humano.
