SALUD. Muchos expertos en salud han tratado de estimar cuándo terminará la pandemia de COVID-19, y las especulaciones más optimistas dicen que la crisis de salud podría haber terminado para fin de año o posiblemente antes que en algunos países desarrollados. Esas predicciones dependen de alcanzar la inmunidad colectiva mediante una combinación de exposición directa al virus y vacunación masiva. El respeto de las medidas sanitarias establecidas para reducir la transmisión también es siempre un factor en esas discusiones. Contener una epidemia local de coronavirus puede ocurrir a través de estrictas medidas de salud, y países como Corea del Sur, Nueva Zelanda, Australia y algunos de los países nórdicos ya lo han demostrado. Las campañas de vacunación también están funcionando como esperábamos. Los primeros estudios de Israel y el Reino Unido indican que los medicamentos experimentales funcionan según lo previsto: pueden reducir significativamente el número de casos graves de COVID-19, hospitalizaciones y muertes.
A pesar de estos desarrollos recientes y del hecho de que el número de casos ha ido disminuyendo de manera constante en varios países del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que es “prematuro” y “poco realista” pensar que la pandemia podría ser detenida por el fin de año.
“Si somos inteligentes, podemos terminar con las hospitalizaciones y las muertes y la tragedia asociada con esta pandemia”, dijo el Dr. Michael Ryan durante una conferencia de prensa el lunes. Ryan, director del programa de emergencias de la OMS, dijo que el enfoque singular del mundo debería ser tratar de mantener la transmisión de COVID-19 lo más baja posible, informó Associated Press.
Ryan agregó que la organización se relajo con los datos que muestran que las vacunas parecen estar frenando la propagación. “Si las vacunas comienzan a tener un impacto no solo en la muerte y no solo en la hospitalización, sino que tienen un impacto significativo en la dinámica de transmisión y el riesgo de transmisión, entonces creo que aceleraremos hacia el control de esta pandemia”, dijo.
“En este momento, el virus tiene mucho control”, dijo Ryan.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se refirió a las campañas de vacunación durante el mismo evento. Dijo que era “lamentable” que los adultos jóvenes y sanos de los países ricos estén siendo vacunados mientras que los trabajadores de la salud en riesgo en los países en desarrollo no tienen acceso a la vacuna. “Los países no compiten entre sí”, dijo. “Esta es una carrera común contra el virus. No estamos pidiendo a los países que pongan en riesgo a su propia gente. Pedimos a todos los países que formen parte de un esfuerzo global para suprimir el virus en todas partes “.
El programa de vacunación COVAX de la ONU comenzó en Ghana y Costa de Marfil esta semana, y el director general de la OMS señaló que las campañas de vacunación en los países occidentales comenzaron hace tres meses.
La OMS no llegó a criticar a los países que están ampliando el acceso a las vacunas a las personas de menor riesgo.
Algunos investigadores advirtieron recientemente que las disparidades de vacunación entre países desarrollados y en desarrollo podrían ser un factor de riesgo. Es posible que el virus no se propague tan fácilmente en países donde se vacuna a más personas. Sin embargo, aún podría evolucionar libremente en países con acceso limitado o nulo a las vacunas, lo que podría conducir a cepas de COVID-19 que pueden evadir las vacunas existentes. Como resultado, esas cepas presentarían nuevos riesgos para las personas vacunadas en los países desarrollados.
Tedros advirtió durante la sesión informativa que el número de casos de COVID-19 está aumentando por primera vez en siete semanas. El aumento parece deberse a la “relajación de las medidas de salud pública”. Los expertos en salud de EE. UU. advirtieron en las últimas semanas que una cuarta ola de coronavirus podría ser inminente, y se espera que nuevas mutaciones, como la cepa B.1.1.7 del Reino Unido, generen nuevos aumentos repentinos.
