La política hemisférica acaba de recibir un golpe de alto impacto. Hugo “El Pollo” Carvajal, uno de los hombres más poderosos del chavismo durante casi dos décadas, rompió su silencio desde una prisión de Estados Unidos. Lo hizo mediante una carta dirigida este 2 de diciembre al presidente Donald Trump y al pueblo estadounidense, publicada por el diario norteamericano The Dallas Express, en la que ofrece una radiografía interna del régimen venezolano y describe desde adentro el funcionamiento del llamado “Cartel de los Soles”, la participación en operaciones de narcoterrorismo, la expansión del Tren de Aragua y mecanismos de espionaje y manipulación electoral.
El documento, firmado de puño y letra por Carvajal, tiene un peso político y geopolítico innegable. Por primera vez, una de las figuras más influyentes del aparato de inteligencia chavista reconoce de manera explícita que Venezuela se convirtió en una estructura criminal con alcance transnacional. Su confesión, lejos de ser un simple alegato personal, expone decisiones y planes diseñados en las más altas esferas del poder en Caracas.
Carvajal, general de tres estrellas, director de inteligencia militar y hombre de absoluta confianza tanto de Hugo Chávez como de Nicolás Maduro, asegura que decidió hablar para “expiar” y advertir al pueblo estadounidense sobre una amenaza que, según él, lleva décadas escalando y que involucra a actores estatales, grupos terroristas y redes criminales transnacionales.
De leal chavista-madurista a enemigo del régimen
En su carta, Carvajal recuerda que rompió con el régimen en 2017, huyó del país y se convirtió en objetivo de persecución de Maduro. Afirma que, aun sabiendo que enfrentaría cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos, decidió cooperar y enfrentar la justicia norteamericana.
Desde la prisión federal, donde permanece tras declararse culpable, sostiene que ha decidido revelar información para impedir que, según sus palabras, “la organización criminal que gobierna Venezuela continúe utilizando la región para atacar a Estados Unidos”. Presenta su testimonio como una advertencia sobre la magnitud del riesgo y como un respaldo directo a las políticas de presión del presidente Donald Trump hacia Caracas.
Lo que describe Carvajal en su carta son, en esencia, cuatro bloques de operaciones del régimen venezolano: narcotráfico con fines políticos, exportación de crimen, espionaje contra Estados Unidos y manipulación electoral con tecnología propia.
El Cartel de los Soles y la guerra con las drogas como arama
El exjefe de inteligencia afirma que fue testigo directo de cómo, bajo Chávez, el aparato del Estado venezolano se convirtió en una organización criminal que luego quedó en manos de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros altos jerarcas. Según su relato, lo que hoy se conoce como “Cartel de los Soles” no es una red de corrupción fragmentada, sino un proyecto deliberado cuyo objetivo estratégico es utilizar el narcotráfico como mecanismo de ataque contra Estados Unidos.
Asegura que el plan surgió de una propuesta formulada por el régimen cubano a mediados de la década de 2000. Desde entonces, según su testimonio, el chavismo estableció rutas, acuerdos y operaciones con las FARC, el ELN, agentes de inteligencia cubanos y células de Hezbolá, a quienes se les brindó armas, documentos oficiales y libertad operativa.
De acuerdo con Carvajal, las toneladas de droga que ingresaron a ciudades estadounidenses por nuevas rutas no fueron errores aislados ni concesiones a carteles autónomos, sino parte de un plan estructurado para “dañar a la sociedad estadounidense”.
El Tren de Aragua como arma de exportación del crimen
Otro de los puntos más sensibles de la carta es la descripción del origen y expansión del Tren de Aragua, hoy considerado el grupo criminal venezolano más poderoso y presente en más de diez países.
Carvajal asegura que estuvo presente cuando se tomó la decisión de utilizar a las pandillas como fuerza de choque para defender al régimen. Afirma que Chávez ordenó reclutar jefes criminales dentro y fuera de las cárceles a cambio de impunidad, una política que luego Maduro habría ampliado con un objetivo más ambicioso que fue el de exportar criminales al exterior.
Según su relato, se ordenó a los líderes del Tren de Aragua enviar “miles de miembros” fuera de Venezuela para atacar a exiliados, operar redes criminales y manipular estadísticas de inseguridad dentro del país. La coordinación habría involucrado al Ministerio del Interior, al sistema penitenciario, a la Guardia Nacional y a cuerpos policiales.
Carvajal sostiene que esta política se intensificó cuando se hizo conocida en Venezuela la política migratoria de la administración Biden, oportunidad que, según él, el régimen habría utilizado para infiltrar miembros del grupo en Estados Unidos, instruyéndolos para continuar con secuestros, extorsiones y homicidios como forma de financiamiento.
Espionaje contra Estados Unidos y alianzas con potencias adversas
El exjefe de inteligencia también afirma haber presenciado la llegada de operativos rusos a Caracas con el objetivo de intervenir cables submarinos de internet que conectan el continente con Estados Unidos. Describe intentos de Moscú por establecer un centro secreto de vigilancia en la isla La Orchila, instalación militar estratégica del Caribe venezolano.
Asegura que advirtió a Maduro en 2015 que permitir la presencia rusa en ese punto “invitaría ataques estadounidenses”, pero, según él, fue ignorado.
Carvajal también afirma que durante veinte años Venezuela envió agentes a Estados Unidos, incluso infiltrados dentro de la oposición venezolana. Asegura que la inteligencia cubana presumía de tener redes en bases navales norteamericanas y que diplomáticos y funcionarios estadounidenses habrían sido sobornados para apoyar al régimen. El exgeneral afirma que algunos de ellos seguirían activos, aunque no ofrece nombres en la carta.
SMARTMATIC y la manipulación del sistema electoral
En el último bloque de su carta, Carvajal aborda el tema de Smartmatic, la empresa de votación electrónica fundada en Venezuela y utilizada en comicios de diversos países, incluidos Estados Unidos.
Afirma haber sido responsable de ubicar a funcionarios claves en el Consejo Nacional Electoral, desde donde, según su declaración, se mantuvo control directo sobre el sistema. Sostiene que la plataforma puede ser manipulada a través del software y que esa capacidad se utilizó en Venezuela. No asegura que esto haya ocurrido en Estados Unidos, pero sí afirma que existieron contactos y vínculos operativos.
Una advertencia final al pueblo estadounidense
La carta concluye con un mensaje categórico. Carvajal afirma que el régimen que él mismo integró durante años “no es simplemente hostil, está en guerra con Estados Unidos”, utilizando drogas, pandillas, espionaje y mecanismos electorales como armas. Advierte que el gobierno de Maduro tiene planes de contingencia para cualquier escenario y que hará todo lo necesario para permanecer en el poder.
Declara su apoyo total a las políticas del presidente Donald Trump hacia Venezuela y afirma que, si fuese necesario, entregará más información al gobierno estadounidense.
La dimensión geopolítica de una confesión
El testimonio del exjefe de inteligencia tiene repercusiones inmediatas. Para Estados Unidos, representa una confirmación desde adentro del vínculo entre el régimen venezolano y estructuras criminales transnacionales. Para Venezuela, implica que uno de los hombres más informados del aparato militar y político ha decidido exponer públicamente decisiones tomadas al más alto nivel.
Si bien Carvajal enfrenta condena en territorio estadounidense y podría buscar beneficios jurídicos, su relato coincide con investigaciones previas de agencias federales, expedientes judiciales, informes de inteligencia y reportes emitidos por diversos gobiernos de la región a lo largo de los últimos años.
Más allá de interpretaciones políticas, su carta constituye un documento histórico por su procedencia, su contenido y el momento en el que sale a la luz.
Hugo «el Pollo» Carvajal, ha decidido colaborar con la justicia norteamericana y se sabe que, desde los campos judiciales, ha brindado información clave que ha llevado a Estados Unidos a tomar decisiones sobre Venezuela y recientemente sobre Gustavo Petro y el gobierno de Colombia. Todas estas colaboraciones se dan en el marco de búsqueda de beneficios jurídicos.
La carta del Pollo Carvajal a Trump, ha sido entendida por los analistas como un intento por buscar que en la ola de indultos que con motivo de las fiestas de navidad, el presidente Trump tenga en cuenta su colaboración y eventualmente, pueda otorgar algún beneficio, a cambio de su colaboración en la gesta que ha emprendido en contra del Cartel de los Soles y el narcoterrorismo contra Venezuela en el Caribe.
La traducción completa de la carta es la siguiente:
Estimado Sr. Presidente Trump y el Pueblo de los Estados Unidos,
Mi nombre es Hugo Carvajal Barrios. Durante muchos años, fui un miembro de alto rango del régimen venezolano. Fui un general de tres estrellas de confianza tanto de Hugo Chávez como de Nicolás Maduro y serví como Director de Inteligencia Militar y Diputado en la Asamblea Nacional. Hoy, me encuentro en una prisión estadounidense porque me declaré culpable voluntariamente de los cargos en mi contra: una conspiración de narcoterrorismo. Escribo para expiar contando toda la verdad para que Estados Unidos pueda protegerse de los peligros que presencié durante tantos años.
Rompí públicamente con el régimen de Maduro en 2017 y huí de mi país, sabiendo que enfrentaba cargos criminales en Estados Unidos. Al hacerlo, me convertí en su enemigo. Conociendo los riesgos, actué con la más firme convicción de desmantelar el régimen criminal de Maduro y traer libertad a mi país. Hoy, veo la necesidad de dirigirme al pueblo estadounidense sobre la realidad de lo que el régimen venezolano realmente es—y por qué las políticas del Presidente Trump no solo son correctas, sino absolutamente necesarias para la seguridad nacional de Estados Unidos.
1. Narcoterrorismo
Presencié personalmente cómo el gobierno de Hugo Chávez se convirtió en una organización criminal que ahora es dirigida por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros altos funcionarios del régimen.
El propósito de esta organización, ahora conocida como el Cartel de los Soles, es usar las drogas como arma contra Estados Unidos. Las drogas que llegaron a sus ciudades a través de nuevas rutas no fueron accidentes de corrupción ni solo el trabajo de traficantes independientes; fueron políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano contra Estados Unidos.
Este plan fue sugerido por el régimen cubano a Chávez a mediados de los años 2000 y ha sido ejecutado exitosamente con ayuda de las FARC, el ELN, operativos cubanos y Hezbolá. El régimen ha proporcionado armas, pasaportes e impunidad para que estas organizaciones terroristas operen libremente desde Venezuela contra Estados Unidos.
2. Tren de Aragua
Estuve presente cuando se tomaron decisiones para organizar y usar como arma a pandillas criminales en toda Venezuela para proteger al régimen—entre ellas el grupo conocido como Tren de Aragua. Chávez ordenó el reclutamiento de líderes criminales dentro y fuera de las prisiones para defender «la revolución» a cambio de impunidad. Después de que Chávez muriera, Maduro expandió esta estrategia exportando criminalidad y caos al exterior para atacar a exiliados políticos venezolanos y reducir artificialmente las estadísticas de crimen dentro de Venezuela. Se instruyó a los líderes de pandillas que enviaran miles de miembros fuera del país. Esto fue coordinado a través del Ministerio del Interior, el Ministerio de Prisiones, la Guardia Nacional y las fuerzas policiales nacionales. El Tren de Aragua se convirtió en el más efectivo y de más rápido crecimiento.
Cuando la política de fronteras abiertas de Biden-Harris se hizo ampliamente conocida, aprovecharon la oportunidad para enviar a estos operativos a Estados Unidos. Ahora tienen personal obediente y armado en suelo estadounidense. Para financiar sus operaciones, se les instruyó explícitamente que continuaran secuestrando, extorsionando y matando. Cada crimen que cometen en su suelo es un acto ordenado por el régimen.
3. Contrainteligencia y Espionaje Contra Estados Unidos
Estuve presente cuando la inteligencia rusa llegó a Caracas para proponer a Hugo Chávez la intervención de cables submarinos de internet que conectan la mayor parte de Sudamérica y las islas del Caribe con Estados Unidos con el propósito de penetrar las comunicaciones del Gobierno de Estados Unidos.
En 2015, advertí a Maduro que permitir que la inteligencia rusa construyera y operara un puesto de escucha secreto en la Isla La Orchila algún día invitaría bombas estadounidenses. Me ignoró.
Durante veinte años, el régimen venezolano envió espías a su país—muchos todavía están allí, algunos disfrazados como miembros de la oposición venezolana. La inteligencia cubana me mostró sus redes dentro de sus bases navales en la Costa Este. Se jactaban de haber enviado miles de espías durante décadas, algunos ahora políticos de carrera.
Diplomáticos estadounidenses y oficiales de la CIA fueron pagados para asistir a Chávez y Maduro a permanecer en el poder. Estos estadounidenses actuaron como espías para Cuba y Venezuela, y algunos permanecen activos hasta el día de hoy.
4. Smartmatic y Sus Elecciones
Smartmatic nació como una herramienta electoral del régimen venezolano pero pronto derivó en una herramienta para ayudar a mantener al régimen en el poder para siempre. Sé esto porque coloqué al jefe de TI del Consejo Nacional Electoral (CNE) en su posición, y él me reportaba directamente. El sistema Smartmatic puede ser alterado—esto es un hecho. Esta tecnología fue posteriormente exportada al exterior, incluyendo a Estados Unidos. Operativos del régimen mantienen relaciones con funcionarios electorales y compañías de máquinas de votación dentro de su país. No afirmo que cada elección sea robada, pero declaro con certeza que las elecciones pueden ser manipuladas con el software—y ha sido usado para hacerlo.
Pueblo de Estados Unidos, no se equivoquen sobre la amenaza que representa permitir que una organización narcoterrorista deambule libremente por el Caribe y por toda América Latina, haciendo todo lo posible para dañar al pueblo estadounidense, para financiar el antiamericanismo en todo el continente, y para facilitar las operaciones de otras organizaciones terroristas y enemigos de Estados Unidos dentro de Venezuela y ahora dentro de sus fronteras.
El régimen al que serví no es meramente hostil—está en guerra con ustedes, usando drogas, pandillas, espionaje e incluso sus propios procesos democráticos como armas. Las políticas del Presidente Trump contra el régimen criminal de Maduro no solo están justificadas, sino que son necesarias y proporcionales a la amenaza. Incluso puede estar subestimando lo que el régimen está preparado para hacer para aferrarse al poder. Tienen planes de contingencia para cada escenario extremo para asegurar que nunca cedan el control.
Apoyo absolutamente la política del Presidente Trump hacia Venezuela, porque es en defensa propia y él está actuando basándose en la verdad. Permanezco listo para proporcionar detalles adicionales sobre estos asuntos al gobierno de Estados Unidos.
Hugo Carvajal Barrios
Estados Unidos de América
Diciembre 2 de 2025
