En un acto que ha generado indignación, un grupo de encapuchados se tomó la Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia (UdeA), afectando gravemente las labores científicas y asistenciales que allí se desarrollan. Según el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, esta acción interrumpió el trabajo de docentes, investigadores y especialistas que brindan soporte científico y asistencial a hospitales y centros de salud del departamento.
El hecho más crítico ocurrió cuando los manifestantes bloquearon el ingreso de dos riñones destinados para trasplantes, lo que impidió que se llevaran a cabo los procedimientos necesarios para salvar vidas.
«Qué dolor porque hubiésemos podido salvar vidas. Si las directivas de la Universidad nos hubieran notificado, habríamos enviado a la Fuerza Pública, tal y como lo hicimos en el Politécnico,» expresó Rendón, señalando la falta de comunicación por parte de las autoridades universitarias.
El mandatario de los antioqueños también condenó la toma y enfatizó que ninguna protesta puede vulnerar los derechos de los demás ni poner en riesgo la vida de las personas.
Este tipo de situaciones no solo afectan a la comunidad académica, sino que también tienen repercusiones directas en la salud pública. Las autoridades hacen un llamado al respeto por las instituciones y al diálogo como vía para resolver conflictos, evitando acciones que comprometan la vida y el bienestar de la población.
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