Una nueva alerta de seguridad se encendió en la capital del país tras conocerse las amenazas recibidas hacia el personero de Bogotá, Andrés Castro, y también a parte de su equipo de trabajo, procedentes desde centros penitenciarios de la ciudad.
Los mensajes, enviados supuestamente por internos de las cárceles La Modelo y La Picota, advierten de un “plan pistola” en caso de que los funcionarios no atiendan sus exigencias en un plazo de cuatro semanas.
La comunicación intimidatoria, firmada con los alias de ‘Mago’ y ‘Satán’, exige la presencia personal del Personero, de la personera auxiliar Gloria Bohórquez, y de otros dos funcionarios identificados como Nelson y Myriam Castañeda. Según el texto, de no cumplirse este requerimiento en el tiempo establecido, se procederá con atentados directos contra los funcionarios y sus familiares.
En el mensaje se asegura que “tenemos ubicados a los familiares de los dragoneantes y de la Personería a los que vamos a darle bala si no vienen personalmente”, al tiempo que se denunciaron irregularidades dentro de los centros penitenciarios, como fallas en el suministro de alimentos, deficiencias en los servicios de salud y traslados arbitrarios entre patios.
Tras conocerse el contenido de la carta, la Personería Distrital activó los protocolos de seguridad y puso en conocimiento de los hechos a la Fiscalía General de la Nación. Asimismo, solicitó medidas urgentes de protección para los funcionarios mencionados. La Policía Nacional inició investigaciones para rastrear el origen de las amenazas y establecer si provienen de redes criminales internas con capacidad de acción externa.
Desde el Ministerio Público se había advertido en semanas anteriores sobre el deterioro de las condiciones carcelarias en Bogotá. La Personería ha liderado mesas de diálogo y acciones institucionales para visibilizar la situación de los centros penitenciarios, lo que habría incrementado la tensión con algunos sectores internos del sistema.
Paralelamente, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) también reportó amenazas en su contra. Un panfleto atribuido al grupo autodenominado “Muerte a Guardianes Opresores” (Mago) circuló en redes sociales y espacios internos del sistema, ofreciendo una supuesta recompensa de mil millones de pesos por atentar contra la vida del director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, y del subdirector, teniente coronel Rolando Ramírez.
Según el Inpec, la amenaza fue atribuida a la misma estructura liderada por Andrés Felipe Marín Silva, alias “Pipe Tuluá”, actualmente privado de la libertad. Este individuo es señalado de operar desde prisión con influencia sobre redes criminales vinculadas al narcotráfico, al microtráfico y a extorsiones dentro y fuera del sistema penitenciario.
Frente a esta situación, los organismos de control solicitaron a la Unidad Nacional de Protección (UNP) evaluar con urgencia los esquemas de seguridad asignados a los directivos penitenciarios y funcionarios del Ministerio Público.
