El primero en pronunciarse este viernes fue el Presidente de la República Iván Duque, quien al enterarse de la premisa del BID que sonó mas que advertencia a amenaza, de retirarse de HidroItuango si se cambian los contratistas al cambiar las condiciones; reiteró lo que ya había dicho en tierras paisas: Que espera que no haya cambio de contratistas y que terminen la obra para que se genere la electricidad a partir del 2022 a mitad de año, como está estipulado.
“Lo que ocurrió en Hidroituango es un siniestro y deben pagar las aseguradoras”
En Antioquia, quien habló al respecto fue el líder gremial y empresarial director de InterGremial Antioquia, Nicolás Posada, quien advirtió que cambiar los contratistas en HidroItuango sería un error que generaría no solo pérdidas para la región y el tejido económico regional, sino que generaría inestabilidad energética por los retrasos que se causarían.
Ya ayer se había pronunciado el Gobernador Anibal Gaviria, quien claramente señaló que el siniestro lo deben pagar las aseguradoras y se debe proceder en el camino de las reclamaciones toda vez que todo está cubierto.
Así las cosas, los pronunciamientos están dados con los llamados no solo de los empresarios y el gobierno, sino de la banca internacional, que abandonaría el proyecto y con ello, las inversiones en HidroItuango, dejando además, al país en riesgo de ser atractivo para la inversión, ante el irrespeto de las condiciones.
Daniel Quintero Calle, está jugando con fuego y fácilmente, puede salir quemado, pues hoy viernes, hasta el Contralor General, Felipe Córdoba, reveló que se ha esforzado en tratar de poner de acuerdo a EPM y contratistas para que sean las aseguradoras las que paguen.
Pero EPM, tras haberse derribado el Gobierno Corporativo, perdió la independencia y autonomía y ahora con la complacencia de la Junta Directiva de Bolsillo, es el alcalde quien quiere imponer sus caprichos, sin importarle ni las consecuencias para EPM, la ciudad, la región ni el país.
