Un fuerte aguacero acompañado de granizo se registró este domingo 30 de noviembre y provocó una emergencia por inundaciones en el municipio de La Calera y en varios puntos de Bogotá. Los habitantes compartieron en redes sociales imágenes de calles anegadas, fincas cubiertas por una capa de hielo y locales comerciales afectados por la entrada de agua.
El informe preliminar señaló que el aumento repentino del caudal del río Teusacá fue el principal desencadenante de la inundación en la vía principal de La Calera. El afluente sobrepasó su nivel habitual como resultado de la intensidad de las lluvias, lo que generó un desbordamiento que impactó la infraestructura cercana y obligó a suspender el tránsito vehicular en algunos tramos.
Residentes reportaron que el agua descendió con fuerza desde las zonas altas, arrastrando sedimentos y dificultando el paso de los automóviles. Las autoridades locales confirmaron que no hubo afectaciones a la integridad de las personas, aunque se registraron atascos de vehículos y filtraciones en la plaza de mercado del municipio.
Los comerciantes observaron la entrada de agua a sus establecimientos y la afectación de mercancías, especialmente en bodegas y zonas de almacenamiento. Equipos eléctricos, productos perecederos e infraestructura interna de varios locales resultaron dañados, lo que llevó a una interrupción temporal de las actividades comerciales.
La magnitud de la granizada quedó registrada en videos donde se aprecia la acumulación de hielo en áreas rurales y urbanas del municipio. En algunos establecimientos, las personas buscaron resguardo mientras ingresaba el agua arrastrando residuos. El Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca y el comité local de emergencias hicieron presencia en la zona para atender los reportes y evaluar los impactos iniciales del fenómeno.
De manera simultánea, distintas zonas de Bogotá presentaron encharcamientos significativos, especialmente en los accesos a Usme y Ciudad Bolívar. La movilidad se vio afectada por acumulación de agua en vías principales y por el tránsito lento de vehículos en medio de la lluvia.
En la Avenida Boyacá se registraron los mayores inconvenientes, con congestiones prolongadas y dificultades para los conductores debido a la reducción de visibilidad y el riesgo de deslizamiento sobre la vía mojada.
El Instituto Distrital de Gestión del Riesgo (Idiger) realizó monitoreo permanente de las condiciones meteorológicas, mientras equipos de tránsito apoyaron la regulación vehicular en los sectores más comprometidos. Otras zonas de la ciudad, como Chapinero y Usaquén, experimentaron lluvias fuertes sin consecuencias de gran magnitud, en parte por la capacidad de los sistemas de drenaje.
Los organismos de socorro pidieron a la ciudadanía mantener precauciones ante eventuales nuevos episodios asociados a la temporada lluviosa. Las autoridades recordaron la importancia de mantener despejados los cauces naturales y evitar ocupar áreas susceptibles a inundaciones para reducir riesgos en futuras precipitaciones.










