Petro anunció un nuevo plan financiero para las Entidades Promotoras de Salud (EPS), en el que el Gobierno habilitará créditos a través del Grupo Bicentenario para aquellas entidades que decidan transformarse en gestoras de salud y vida.
Durante su más reciente alocución presidencial, el mandatario explicó que el objetivo es que puedan cubrir sus pasivos mediante giros y pagos directos estructurados por el Ministerio de Hacienda, con una lista de acreedores definida por la Superintendencia de Salud.
La medida se presenta en medio de una severa crisis financiera en el sistema de salud. De acuerdo con el mandatario, las 29 EPS actualmente operativas acumulan deudas superiores a los $100 billones. Esta cifra contrasta con los datos del más reciente informe de la Contraloría General, que reportó una deuda total de $32,9 billones con corte a diciembre de 2024.
El jefe de Estado aseguró que el informe del ente de control subestima la magnitud de la crisis por supuestos errores metodológicos, atribuidos a no ajustar las cifras a precios constantes y omitir pasivos acumulados desde 1993. Según sus cálculos, el monto real de la deuda superaría los $100 billones, pese a que la Contraloría desglosa la deuda en $11,3 billones con prestadores de servicios de salud (IPS) y $13,7 billones en pasivos técnicos.
Durante su intervención, Petro apuntó directamente contra la Nueva EPS, la entidad más grande del país y de capital mayoritariamente público, la cual tendría una deuda superior a los $6,7 billones. Aseguró que es la “peor manejada” y reiteró que entre 2023 y 2024 la deuda de las EPS no intervenidas se duplicó hasta alcanzar los $10,8 billones, según cifras oficiales.
Petro también defendió las intervenciones del Gobierno sobre varias EPS, indicando que en seis de las ocho entidades intervenidas se logró reducir la deuda en $707.000 millones, lo que justificaría, a su juicio, la necesidad de continuar y ampliar estas medidas.
En cuanto a los recursos del sistema de salud, el Presidente negó que el Gobierno Nacional tenga deudas pendientes con las EPS y señaló que el gasto público destinado a la salud aumentó en un 12,9% en el último año, ascendiendo a $88 billones. Dicha cifra se habría visto impulsada por el alza en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que para 2024 creció 12,01%, superando ampliamente la inflación del 5,2%.
En su intervención, el mandatario de los colombianos también acusó a las EPS de haber ocultado recursos. Citó cifras de la Superintendencia de Salud, según las cuales los estados financieros de las EPS reportaron ingresos por $85 billones, cuando en realidad el Gobierno les habría girado más de $89,6 billones. Señaló que no hay trazabilidad en el uso de $14,28 billones desde 2020 y proyectó que, si el modelo actual continúa, las EPS podrían desaparecer en 2034.
Por último, se refirió al pago de medicamentos. Según sus cifras, de los $14,7 billones radicados en facturas por operadores farmacéuticos, el Gobierno ha pagado $13,3 billones, monto que vinculó con los retrasos en la entrega de medicamentos a los pacientes.
Las declaraciones presidenciales, realizadas en medio de una profunda controversia institucional por las recientes decisiones sobre Sanitas y otros actores del sistema, reavivan la tensión con los gremios de la salud, el sector empresarial y las altas cortes.
El nuevo plan de crédito, sumado al relato del Ejecutivo sobre el manejo de los recursos públicos y el cuestionamiento directo a la labor de las EPS, marca un nuevo capítulo en la confrontación abierta por la reforma al sistema de salud en Colombia.