El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, celebró este jueves 17 de julio como favorable el reciente fallo del Consejo de Estado que suspende provisionalmente los efectos de la resolución emitida por el Ministerio de Ambiente sobre los lineamientos ambientales de la sabana de Bogotá.
El mandatario Distrital destacó que esta decisión confirma la vigencia de la medida cautelar previamente adoptada y respalda la exigencia de concertación con las autoridades locales.
La resolución, impulsada por el Ministerio desde marzo, fue publicada para comentarios el 3 de ese mes e incluía directrices sobre uso del suelo, nuevas zonas de reserva, cambios en humedales y otras modificaciones que, según la Alcaldía, podrían interferir con proyectos estratégicos como la primera línea del Metro de Bogotá.
El Distrito interpuso una demanda, argumentando que el Ministerio de Ambiente omitió el proceso de coordinación y concertación con el nivel territorial, requisito exigido por la normatividad vigente. Tras varios meses de trámite, el Consejo de Estado se pronunció el pasado 15 de julio.
En su decisión, la magistrada Nelly Villamizar ordenó la suspensión de los efectos de la resolución y solicitó a la Secretaría Técnica del Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del Río Bogotá convocar una reunión para discutir los alcances del documento. La medida busca asegurar que cualquier decisión en materia de ordenamiento ambiental se adopte de forma colectiva, conforme a la sentencia proferida el 28 de marzo de 2024.
El pronunciamiento judicial se dio en medio de una creciente controversia entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía Mayor de Bogotá, luego de que Susana Muhammad, en su último día como ministra de Ambiente, publicara una videodeclaración en redes sociales asegurando que la resolución sería “de obligatorio cumplimiento” para Bogotá y los municipios vecinos, quienes debían incorporarla en sus planes de ordenamiento territorial.
El presidente Gustavo Petro reaccionó al fallo del Consejo de Estado con un mensaje en X, donde aseguró que el Gobierno había vencido en la regulación ambiental de la sabana y advirtió sobre intereses particulares en juego. “No se puede hacer un ‘lawfare’ en función del interés privado de los constructores que dejaron sin agua a Bogotá y la Sabana (…) ¡Que viva la Vida!”, escribió el jefe de Estado.
El alcalde Galán respondió por la misma red social, señalando la necesidad de diálogo institucional y haciendo un llamado a interpretar el fallo. “Presidente: primero, esto no es una guerra. Acá no hay vencedores y vencidos. Tenemos que, en vez de dividir al país, sentarnos a trabajar en pro de Colombia y construir acuerdos a partir de las diferencias”, expresó.
En otro mensaje añadió: “Lea el fallo. El Consejo de Estado le da la razón al Acueducto de Bogotá y confirma que los lineamientos presentados por su gobierno no cumplieron con los requisitos de coordinación y, por tanto, deben pasar por el Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del Río Bogotá. Le reitero que en Bogotá estamos listos a trabajar de manera COORDINADA, no impuesta”.
El Consejo de Estado y el Tribunal Administrativo de Cundinamarca coinciden en un punto clave: una política ambiental con efectos obligatorios no puede ser impuesta sin un proceso de consulta previa efectiva con los entes territoriales.
La resolución queda en suspenso mientras se convoca la reunión ordenada por el alto tribunal. El futuro de los lineamientos ambientales para la sabana dependerá ahora del proceso de concertación entre el Gobierno nacional, Bogotá y los municipios de la región.
