La celebración del día de la mujer, que vuelve a su concepto reivindicatorio y abandona el sentido romántico y comercial que había adquirido; se pasó de la raya en Bogotá.
La corriente feminista radical que retoma el día de la mujer como reivindicatorio de derechos y recuerda que nació tras la muerte de más de 120 mujeres en Estados Unidos a comienzos del siglo XX cuando protagonizaban una huelga con toma de una fábrica en la que trabajaban y buscando una igualdad en sus salarios siendo quemadas vivas; ahora se complementó con la tendencia continental que, desde Chile, protagonizó fuertes enfrentamientos con la policía y desórdenes por bandalismo e intendando replicar el capítulo del incendio de una iglesia.
Ocurrió en el centro histórico de Bogotá en la carrera 7 en frente del Banco de la República, un lugar en donde en una sola esquina hay tres iglesias centenarias, una de las cuales sufrió daños cuando las mujeres le encendieron fuego a sus históricas puertas de madera.
Las fuerzas policiales con el apoyo del ESMAD, debieron emplearse a fondo para dispersar la violenta manifestación, pues las mujeres estaban organizando barricadas en la zona peatonal de la 7ma, encendiendo hogueras y lanzando elementos contundentes contra los uniformados.
Las autoridades lograron controlar los focos de violencia y apagar el fuego tanto de la iglesia como los que se intentaron encender a lo largo de la tradicional vía de Bogotá empleando además gases lacrimógenos.
Para las autoridades, estas acciones no son de cosecha nacional y obedece a un plan coordinado continentalmente por grupos extremistas que pretenden generar este tipo de situaciones, desde fuerzas oscuras de izquierda como parte de lo que han denominado planes de desestabilización integradas a “todas las formas de lucha”.
Son claros en explicar que, no es fortuito que estos actos calcados, se hayan visto en el pasado en Europa y el primer país en el continente que lo vivió fue Chile para lugo conocerse intentos similares en Ecuador, Perú y México. Resaltaron que resulta además llamativo que estos actos de intento de incendio de iglesias que se vivía en Bogotá estaban ocurriendo casi a la misma hora en México.
Entre tanto en Medellín, los colectivos Feminazis que desfilaron por el centro de la ciudad, pintaron las fachadas de varios edificios a lo largo de la Avenida Oriental, en una tendencia del grfitti que se repite en todos los lugares en donde marchan estos grupos, como si tuvieran un libreto, expresando las mismas frases que se vieron en paredes de diferentes ciudades del continente y Medellín no fue la excepción.
