Este viernes, 22 de noviembre, Bogotá enfrenta una de las jornadas más críticas de la actual temporada de lluvias. Fuertes aguaceros han colapsado las principales vías de la ciudad y generado graves emergencias por inundaciones y desbordamientos de canales de aguas lluvias.
En redes sociales, los ciudadanos han compartido videos que evidencian el caos. La emblemática carrera Séptima parece un río desbordado, mientras que el canal del Virrey no soportó el caudal y se desbordó, afectando a los barrios aledaños.
La Autopista Norte también se encuentra parcialmente inundada, generando caos vehicular, y en Usaquén, la quebrada Las Delicias amenaza con desbordarse, poniendo en peligro a las comunidades cercanas.
Ante la magnitud de la emergencia, el concejal Daniel F. Briceño no tardó en señalar la falta de preparación de la administración distrital. En su cuenta de X, Briceño expresó: «La carrera séptima completamente inundada. Hemos advertido varias veces que la Alcaldía no se preparó para la temporada de lluvias, no hay planes, ni prevención.»
Las críticas apuntan directamente a la gestión de la exalcaldesa Claudia López, quien, según los denunciantes, habría desestimado las advertencias sobre la vulnerabilidad de la ciudad frente a las lluvias.
Fallas estructurales y falta de planificación
Los problemas de drenaje en Bogotá no son nuevos, pero la falta de mantenimiento de los sistemas de alcantarillado y la ausencia de medidas preventivas agravan la situación.
En varios puntos, como la carrera Séptima y la Autopista Norte, las rejillas de desagüe se encuentran obstruidas por basura, mientras que en zonas cercanas a canales y quebradas, los vecinos han denunciado la falta de limpieza y dragado.
Organismos de emergencia, como el Cuerpo Oficial de Bomberos y el IDIGER, han atendido múltiples llamados durante la jornada, pero la capacidad de respuesta es limitada ante la magnitud de los eventos.
Los ciudadanos afectados claman por soluciones estructurales que no solo respondan a la emergencia actual, sino que también protejan a la ciudad de futuras crisis. Mientras tanto, las lluvias continúan, y Bogotá sigue bajo el agua.
