Con 11 votos a favor y nueve en contra, fue aprobado en segundo debate el Proyecto de Acuerdo por medio del cual Daniel Quintero Calle, alcalde de Medellín, solicitó Vigencias Futuras para la construcción de una Cárcel Metropolitana para Sindicados.
Esta cárcel se construiría en el Corregimiento de San Cristóbal, incluso, en contra de la voluntad de los habitantes de ese lugar. El acalorado debate tuvo la intervención de diferentes líderes sociales, incluido el exsecretario de Seguridad de Medellín en la administración de Federico Gutiérrez, Andrés Tobón.
Para ciudadanos y críticos, a la mayoría de concejales que están aliados al «nefasto desgobierno de Quintero», les pudo más el argumento del hacinamiento carcelario que supera todos los límites establecidos, que la razón.
Algunos ciudadanos que hicieron presencia en las gradas del Concejo de Medellín, expresaron que es más importante concentrarse en formar al niño para que no se tenga que castigar al joven (aduciendo a los problemas que tiene Buen Comienzo en la ciudad y a la falta de escuelas y colegios en el lugar).
San Cristóbal tiene otras necesidades urgentes, más que la Cárcel Metropolitana para Sindicados
Uno de los argumentos con los que concejales de la oposición y miembros de la comunidad de San Cristóbal intentaron que no se aprobaran las vigencias futuras para dicha cárcel, es que no hay colegios y, por el contrario, ya cuentan con dos centros carcelarios en el lugar: La Pola y El Pedregal.
En San Cristóbal, según diferentes voces, «hay más delincuentes presos que niños estudiando». Por eso la gente de la zona se está quejando, ya que no hubo una amplia concertación para dirimir el asunto, sino que se tuvo en cuenta simplemente a 300 miembros de la comunidad más la JAL, cuando el corregimiento tiene más de 250 mil habitantes.
Otros criticaron que se hayan solicitado vigencias futuras para una cárcel cuando la comunidad está necesitada de vías, de colegios, y cuando los campesinos del sector tienen problemas para sacar sus alimentos a las plazas minorista y mayorista.
La Corporación hizo caso omiso a la intervención de Andrés Tobón, exsecretario de Seguridad de Medellín, quien argumentó desde su experiencia por qué no se debía aprobar, por ahora, dichos recursos.
Si bien los corporados de la oposición indicaron que la cárcel es urgente, máxime cuando hay que cumplir una sentencia de la Corte que profirió en el año 2018, todavía hay plazo suficiente para cumplir dicha orden y empezar a construir la cárcel. Por esta razón, consideraron que no era este el momento de la proposición que finalmente aprobaron los concejales gobiernistas.
Estos fueron los argumentos de los concejales
Para el expresidente del Concejo de Medellín, Lucas Cañas, la cárcel es una manera de «reconocer» a los campesinos y su historia, ¿acaso los considera delincuentes y por eso les aprobó la construcción de una cárcel?
«San Cristóbal necesita equidad y justica. Hay una deuda histórica y social, y hay que tener en cuenta las demandas. El Gobierno le ha incumplido a San Cristóbal, por eso se hace necesario que este P.A. reconozca a los campesinos y su historia», expresó Lucas Cañas Jaramillo.
Por su parte, la concejala Claudia Ramírez, quien visitó en diferentes oportunidades San Cristóbal y conversó con la comunidad, explicó por qué este corregimiento no es apto para recibir a la Cárcel Metropolitana para Sindicados.
«La cárcel está a menos de 2 km. de la correccional de menores La Pola; a 500 metros de la Unidad Nazaret y muy cercano de las otras unidades; a 2 km. de la cabecera corregimental; a 920 metros de la institución educativa y, lo más inquietante, está a 202 metros de la Institución Educativa El Tirol. Por ley, un establecimiento penitenciario no puede estar a menos de 200 metros y esta está a 2 metros», expuso Claudia Ramírez, quien votó negativamente.
Leticia Orrego habló de la necesidad de la cárcel, pero fue enfática al declarar que necesita construirse en un lugar diferente a San Cristóbal.
«No estamos en desacuerdo que se cree la Cárcel Metropolitana de Sindicados, es una necesidad porque estas personas también necesitan ser bien tratadas, es que los sindicados no pueden estar con los condenados. Estamos diciendo es que no sea en San Cristóbal», puntualizó Leticia Orrego.
Quiénes votaron sí, y quiénes votaron no
Por el sí: Fabio Humberto Rivera, Juan Felipe Betancur, Aura Marleny Arcila, Luis Carlos Hernández, Carlos Mario Romero, Jaime Roberto Cuartas, Juan Ramón Jiménez, Babinton Darío Flórez, Lucas Cañas Jaramillo, Lina Marcela García Gañan, Nataly Vélez Lopera.
Por el no: Luis Bernardo Vélez, Daniel Duque, Simón Pérez, Leticia Orrego, Claudia Marcela Ramírez, Carlos Andrés Ríos, Julio Enrique González, Sebastián López Valencia, Alfredo Ramos Maya.
El usuario de Twitter, @Smosca1982, advirtió que era necesario tener en cuenta a quienes dijeron sí para no votar por ellos en las próximas elecciones: «Leer muy bien los nombres de los que votaron por hacer una cárcel en el corregimiento de San Cristóbal sin tener en cuenta las necesidades de la comunidad. Ni un voto por ellos para las próximas elecciones. Si bien se necesita la cárcel, se puede buscar otro lugar».