En el marco del Día Mundial de la Serpiente, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá hizo un llamado a reconocer el papel de estos reptiles en el equilibrio de los ecosistemas y a dejar de lado los mitos y temores infundados que rodean su presencia.
Según datos del Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de fauna silvestre (CAVR), desde el inicio de 2025 han ingresado 265 serpientes. La especie más común ha sido la Boa constrictor, con 140 individuos, en su mayoría incautados por causas relacionadas con tráfico y tenencia ilegal.
Estas cifras reflejan la presencia activa de serpientes en el territorio y la necesidad de fortalecer los procesos de educación y sensibilización ambiental frente a su rol ecológico.
De acuerdo con el Área Metropolitana, las serpientes no son agresivas por naturaleza. En general, huyen del contacto con los seres humanos y solo atacan si se sienten amenazadas o acorraladas. Además, cumplen una función ecológica al controlar poblaciones de roedores, lo que ayuda a prevenir enfermedades y proteger cultivos.
“Más de 30 especies hemos identificado en el Valle de Aburrá. Invitamos a la comunidad metropolitana a que las protejamos, cuando las veamos no las vayamos a atacar, pues ellas cumplen funciones importantes como controlar otras especies como plagas y roedores. Si las vemos heridas podemos llamar a la línea de emergencias 3046300090 y nuestro equipo de profesionales atenderá el evento”, indicó Andrés Gómez Higuita, supervisor del CAVR de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
El CAVR recordó que la mayoría de serpientes presentes en el Valle de Aburrá no son venenosas ni representan peligro para las personas. Algunas, como la Clelia clelia, conocida como Matabuey, y algunas falsas corales, se alimentan de otras serpientes.