Por Álvaro Ramírez González
No han pasado 70 días desde la llegada de Gabriel Boric al poder en Chile y ya el país anda patas arriba. El cambio es inminente. La inflación se dobló y el desabastecimiento de alimentos es bien notorio. La inseguridad en las calles es aterradora. Violencia al extremo; atracos, secuestros, bloqueos y peajes urbanos. El desempleo está disparado y ya dobla las cifras nórmales. La desinversión, la salida de capitales y el cierre de empresas es aterrador.
Boric puso de ministra de Defensa a una nieta de Allende con la misión, ya en marcha, de descabezar todas las Fuerzas Armadas para poner allí, militares afectos al nuevo régimen. Ahora viene la nueva Constitución:
⁃ Desaparece la República de Chile. Esta será plurinacional.
⁃ Desaparece el derecho a la propiedad privada.
⁃ Desaparecen los Carabineros.
⁃ Desaparece el Senado.
⁃ Desaparece el derecho a la libre competencia.
⁃ Chile se dividirá en Asambleas Regionales.
⁃ El idioma será plurilinguístico.
⁃ Los pueblos indígenas serán privilegiados frente a los demás chilenos en reclamación de tierras.
⁃ Se acaba la unidad territorial del Estado chileno.
⁃ Se acaban las AFP y la propiedad individual de los fondos privados de pensiones.
⁃ Se acaba todo límite a la huelga. Incluso los que buscan preservar la integridad de la Empresa.
⁃ Se acaba la educación particular subvencionada y la diversidad de proyectos educativos.
⁃ Se acaba el sistema electoral imparcial.
⁃ Se acaba el Banco Central con mandato único e independencia del ejecutivo.
⁃ Se acaba la libertad de dirección empresarial.
⁃ Se acaba el Tribunal Constitucional.
⁃ Se acaba el Poder Judicial independiente.
⁃ Se acaba todo límite al aborto.
⁃ Se acaba el ser humano como único titular de derechos.
Son 450 artículos de la nueva Constitución chilena que destruyen toda la anterior, eliminan la división de poderes, la libertad de empresa y las elecciones imparciales y la propiedad privada. Están construyendo un estado comunista, centralizado, arcaico y que expropia y conculca todos los derechos.
Todos esos derechos que reclaman y exigen en Colombia los mamertos, los van a desaparecer de un plumazo en Chile. El dólar está inalcanzable y el cierre atropellado de empresas es imparable. En pocos meses, Chile se transformó en una dictadura sin discusión. En un infierno.
Unos locos chiflados comunistas resentidos, se apoderaron de ese maravilloso país y no lo van a devolver jamás. Eso se los garantizan la nueva Constitución y unas FF. AA. compradas y adeptas al régimen. Es la misma receta que le van a aplicar a Colombia. Estamos bien advertidos, ¿lo vamos a permitir?
