Las recientes disposiciones comerciales adoptadas por la administración estadounidense han obligado a las compañías de mensajería y logística internacional a informar a sus usuarios sobre cambios que ya impactan el proceso de envío de mercancías con destino a Estados Unidos. Las modificaciones derivan de una serie de órdenes ejecutivas firmadas por el expresidente Donald Trump, que han alterado las condiciones aduaneras para productos importados, especialmente aquellos provenientes de Asia.
Uno de los puntos más relevantes de estas disposiciones es la eliminación del beneficio conocido como de minimis para productos cuyo país de origen sea China, Hong Kong o Macao. Antes de estas decisiones, los envíos de bajo valor, en muchos casos, estaban exentos de impuestos o ingresaban al territorio estadounidense bajo trámites simplificados. Con esta nueva medida, toda mercancía originada en estas regiones deberá someterse a un proceso formal de ingreso y quedará sujeta a los aranceles establecidos bajo la normativa comercial de Estados Unidos.
Nuevas reglas para envíos superiores a USD 800
Otro cambio importante es la modificación del umbral de valor que determina el tipo de trámite aduanero. Antes, los envíos valorados entre USD 800 y USD 2.500 podían ser tramitados bajo un sistema informal, lo que reducía significativamente los tiempos de despacho y entrega. Sin embargo, ahora cualquier envío cuyo valor declarado supere los USD 800 deberá pasar por un proceso formal de aduana, sin excepción.
Este procedimiento implica la presentación de documentación adicional que permita identificar el país de origen de los productos, así como la inclusión obligatoria del Número de Identificación Fiscal (TIN) del destinatario, que en Estados Unidos corresponde al Número de Seguro Social (SSN) o al Número de Identificación del Empleador (EIN), dependiendo si el receptor es una persona natural o una empresa.
A raíz de la implementación de estas medidas, las empresas de mensajería han advertido a sus clientes sobre posibles retrasos en los tiempos de tránsito hacia Estados Unidos. El aumento considerable de envíos sometidos a trámites formales ha generado cuellos de botella en el sistema logístico.
Para mitigar el impacto, varias compañías han adoptado la decisión de suspender temporalmente, a partir del 21 de abril de 2025, los envíos tipo Business to Consumer (B2C) —es decir, de empresas a personas particulares— cuyo valor supere los USD 800. Esta suspensión solo aplica a paquetes destinados a consumidores individuales. Los envíos comerciales de empresa a empresa (B2B) continuarán operando, aunque se ha advertido que también podrían experimentar demoras debido al volumen de trámites que se han acumulado.
Una medida provisional ante un entorno comercial cambiante
Desde el sector logístico se ha recalcado que esta decisión es temporal y responde a la necesidad de garantizar la calidad del servicio, mientras se ajustan sus operaciones al nuevo marco normativo impuesto por el gobierno estadounidense. Las empresas han manifestado que mantienen su compromiso de informar oportunamente a sus clientes sobre cualquier novedad relacionada con estos procesos, al tiempo que trabajan para agilizar las entregas afectadas por esta situación.
Tanto exportadores como clientes han sido llamados a revisar detalladamente las nuevas exigencias antes de realizar envíos hacia Estados Unidos, con el fin de evitar contratiempos. Entre las recomendaciones se destaca la importancia de contar con la documentación correcta y confirmar que los destinatarios estén debidamente registrados con sus números fiscales.
Las empresas logísticas han puesto a disposición canales de atención para resolver dudas y asesorar a sus clientes sobre cómo adaptarse a estos cambios, que reflejan el endurecimiento de la política comercial de Estados Unidos hacia determinados mercados.