Por Sergio Vidal Molina Preciado
Pese a la poca oferta de leche en Colombia por razones puntuales, como por ejemplo, el precio del dólar que ha impedido a los industriales que transforman el producto inundar el mercado con lacto sueros y leche en polvo importados para mantener bajos los precios de compra al productor, práctica que se volvió paisaje en nuestro mercado a la vista del Estado y sus gremios, que al unísono la critican desde la política y la hipocresía; es uno más de los obstáculos que tienen que superar los productores de leche colombianos.
Sin embargo, hoy nos ocuparemos de lo que se vive y se respira en el ambiente de la meseta del norte antioqueño- Santa Rosa de Osos- por su cercanía con nuestra capital de la montaña con otro tema de actualidad, tal es, el funcionamiento de las Empresas Públicas de Medellín(EPM) y su forma de golpear la economía rural de dicha población, de la mano de políticos locales, quienes curiosamente son puestos en sus cargos por la influencia de grandes compañías transformadoras de leche; ya sea por control territorial, como por beneficios tributarios, favores que son retribuidos por los mandatarios una vez posesionados en sus tan anhelados cargos.
Pareciera ser, que las Empresas Públicas de Medellín tratan de manera especial al productor lechero, y así debiera suceder. Ustedes se imaginarán que obtienen beneficios de la multinacional para de esta forma, la misma, contribuir con el desarrollo económico de estos pequeños y grandes productores; desafortunadamente los tendré que desilusionar mediante este conciso, pero sustancioso relato, donde les daré a conocer la realidad de los acontecimientos.
Por el solo hecho de un productor tener un tanque de almacenamiento de leche “artefacto que se usa para mantener el líquido a baja temperatura a la hora de transportarlo a las instalaciones de la empresa transformadora”, EPM, sin tener en cuenta la capacidad de explotación del hato lechero, les factura el servicio eléctrico con tarifas de energía industrial, sin importar la cantidad de producción que éstos generen, puesto que no es lo mismo un productor que vende mil litros a aquel que vende 10 mil; es decir, que la tarifa debiera de fijarse, no por el solo hecho de tener un tanque de almacenamiento que lo deben de tener todos los productores de leche, medianos y pequeños; sino por su producción, que es al fin y al cabo, lo que determina la utilidad.
Mientras el Estado brinda mecanismos de alivio a los industriales para impulsar la economía e incentivar su actividad comercial, como por ejemplo, los exime del pago de impuestos por importar materias primas, por exportar, por generar empleo; los productores lecheros solo adquieren la calidad de industriales para imponerles las tarifas de EPM de acuerdo al escalafón propuesto por el Estado, sin tener en cuenta que más del 80% de los lecheros, son medianos y pequeños productores que también generan empleo y contribuyen al desarrollo económico del país.
Cuando se analizan las facturas de cobro de EPM, llama la atención el cobro por concepto de recolección de basuras en las zonas rurales de Santa Rosa de Osos, servicio prestado de forma ficticia por INTERASEO. Este servicio, que es cobrado más no prestado a los campesinos, supuestos usuarios de los servicios de EPM, no perciben este servicio.
En preguntas realizadas a EPM mediante derechos de petición acerca de ese cobro de “lo no debido”, en susvrespuestas argumentan, que “…ellos solo realizan los cobros del dinero y devengan un porcentaje por esta labor, dichos recursos son depositados a cuentas del Municipio de Santa Rosa de Osos..”, siendo imposible hasta el momento, lograr hacer seguimiento a las nada despreciables cantidades de dinero colectadas mes a mes mediante las facturas de EPM y transferidas al municipio así como los destinos de esos dineros; mientras de manera informal, el grueso de la población sabe a qué bolsillos llegan esos dineros y el destino que tienen.
Desde el año 2013 los usuarios de EPM de la zona rural de Santa Rosa de Osos, son víctimas de estos cobros de “lo no debido”. Durante todo este tiempo han realizado pagos de lo que no han debido pagar por un servicio que no les prestan, puesto que de igual manera, sus habitantes han tenido que hacer con las basuras lo que siempre han hecho: quemarlas, enterrarlas y otros deciden llevarlas a la carretera principal para que los camiones de INTERASEO, que pasan por la Panamericana, las recojan.
Todo esto se traduce en abusos o atropellos a los que son sometidos los campesinos lecheros con la permisividad de los mismos ediles municipales que ellos eligen en su ejercicio democrático.
Estas prácticas deben cesar. Somos parte de un Estado Social de Derecho, en el que según nuestra Constitución Política, prevalecen derechos y brinda mecanismos para su protección, haciéndolos inamovibles, precepto que se repite en múltiples sentencias proferida por nuestras altas Cortes, como por ejemplo, las sentencias C-134 de 1994 SU 157 de 1999 T-145 de 2016 (ausencia de medios ordinarios de defensa, cuando se está en estado de debilidad frente a otros) T-693 de 199 donde el Magistrado Carlos Gaviria Días plasmara, “los derechos de los ciudadanos deben ser protegidos no solo frente a posibles desbordamientos de la autoridad del Estado, sino, también de los particulares cuando estos investidos de poder en virtud de la prestación de un servicio público asumen posición de autoridad”.
Tanto la Carta como las altas Cortes en sus pronunciamientos, prohíben claramente y sin ambigüedades, que un ciudadano sea puesto en Estado de indefensión por una multinacional u otro tipo de actores, en nuestro caso la multinacional EPM en asocio con mandatarios locales, como lo evidencian las pruebas adquiridas donde irónicamente los funcionarios que deberían estar al servicio de sus electores interponen sus intereses económicos al juramento de servir.
ELEGIMOS VERDUGOS realidad del municipio de Santa Rosa de Osos.
