El pasado domingo 2 de octubre los brasileros fueron convocados a las urnas para elegir a un nuevo mandatario que regirá el destino del país durante los próximos 4 años. El expresidente de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo el 48.8 % de la votación, mientras que el actual presidente de derecha, Jair Bolsonaro alcanzó un 43.2 %. Será necesaria una segunda vuelta para conocer al presidente debido a que ningún candidato llegó al menos al 50 % de los sufragios.
Muy poco le faltó al expresidente Lula da Silva para llegar nuevamente a la presidencia del gigante suramericano en la primera vuelta. A pesar de ello, la victoria parcial dejó un muy mal sabor en los simpatizantes del líder de izquierda, debido a que en la gran mayoría de las encuestas presentadas en las últimas semanas, lo daban como el seguro ganador en primera vuelta con al menos un 55% de la votación. Incluso, hubo un medio que se atrevió a pronosticar que la victoria sería por más de 15 puntos sobre el actual presidente y principal competidor.
Al otro lado de la orilla, los seguidores del actual presidente Jair Bolsonaro conservan intacto su convencimiento de que es posible obtener la victoria en la segunda vuelta, basados en el ímpetu que da la escalada en intención de voto que obtuvo el mandatario en los últimos meses. Los votantes de derecha consideran que solo un evento externo impediría que Bolsonaro sea reelecto.
El expresidente Lula Sa Silva, quien fue fundador del reconocido Foro de San Pablo y que hasta hace muy poco estuvo detenido por cargos de corrupción ocurridos durante su presidencia entre los años 2003 y 2011; es el candidato favorito por los líderes de izquierda de la región y de los globalistas dedicados a la implementación de la agenda 2030.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, trinó en apoyo de Lula y lo felicitó por la victoria obtenida en la primera vuelta. ¿Será que los brasileros vuelven a adoptar a un líder afecto al comunismo adentrando nuevamente al país al rebaño del Socialismo del Siglo XXI, o le darán el espaldarazo al presidente actual para que continúe con sus políticas de respeto a la vida, la religión y la propiedad privada? El 30 de octubre conoceremos la respuesta.
