Han pasado casi siete meses de la invasión de Rusia a Ucrania y las cosas para el mandatario ruso Vladimir Putin van de mal en peor. Ante la posibilidad de perder su cargo, debido a la mala planeación de la guerra, sumado a las más recientes derrotas del ejército en territorio ucraniano, se aumenta la preocupación en todo el globo de que Putin emplee su último recurso, el armamento nuclear.
Lo que desde el Kremlin se planeó como una entrada triunfal parecida al ingreso de las tropas de Adolf Hitler en Austria en 1938, se ha convertido en una guerra descarnada y fratricida que está perdiendo el jerarca ruso. Los asentamientos que tardaron meses en controlar a un costo muy elevado de vidas y recursos; los pierden uno a uno en cuestión de horas. Para mayor humillación del ex miembro de la KGB, en la retirada los soldados dejan armas, munición y hasta tanques completamente operacionales.
Ante ese panorama, comenzó una escalada de protestas en contra de Vladimir Putin dentro de su país, las cuales han sido contenidas mediante una represión feroz. Cualquier manifestación en contra de la guerra o en contra del mandatario, puede terminar en un proceso que lleva a los imputados a pagar muchos años de cárcel. Usar una camiseta de color amarillo con azul es más que suficiente para llevar a la perdida de la libertad. La censura a la prensa está a la orden del día y las fuerzas del régimen detienen inmediatamente al periodista o medio que ose comunicar el avance de la guerra.
La paranoia de Putin se incrementó cuando miembros de los consejos locales pidieron que el mandatario sea retirado del cargo. Para no mostrar debilidad, el presidente realizó una convocatoria de movilización general, donde todo hombre apto debería presentarse a los regimientos para ser enrolado en el ejército rojo, lo que desembocó en un éxodo masivo de jóvenes en busca de refugio en Polonia principalmente. Los vuelos rentados están a su máxima capacidad y se pagan cifras hasta de 27.000 dólares para que uno de esos aeroplanos los aleje a la mayor brevedad posible de las garras de Vladimir.
El temor internacional a que una medida desesperada de Putin desemboque en una guerra nuclear, es ahora un evento probable luego de la alocución del presidente el pasado fin de semana cuando dijo: “Si la integridad de nuestro país se ve amenazada, por supuesto que usaremos todos los medios a nuestra disposición… esto no es un blof”
Asimismo, Putin, para explicar a lo que se refería cuando dijo que usaría “todos los medios a su disposición”, segundos después expresó: “quienes intentan chantajearnos con armas nucleares, deben saber que la veleta PUEDE GIRAR Y APUNTAR HACIA ELLOS”. Inestable nuevo aliado que consiguió para Colombia el presidente Gustavo Petro.
En una guerra nuclear, en donde es probable que se destruya la civilización como la conocemos, no es conveniente estar del lado y apoyando a los agresores. ¿será que el presidente de Colombia no analizó la situación antes de hacer loas por la nueva relación bilateral?
