Desde que se anunció la apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela, ambos países trabajan en la infraestructura y los protocolos necesarios para garantizar el paso, con el que esperan impulsar el comercio, generar mayores oportunidades de empleo e inversión y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región fronteriza de estas dos naciones.
Algunas estimaciones apuntan a que la reactivación fronteriza le dejaría a Colombia 6.500 millones de dólares en exportaciones y la generación de más de 120.000 empleos.
Los grandes beneficiados son los consumidores venezolanos y las empresas colombianas les puede ir bien, «pues los primeros recibirán productos a menor precio, mayor cantidad y en cualquier parte del territorio venezolano, una vez que la mercancía colombiana comience a ingresar legalmente ».
A quienes ingresen a Colombia desde Venezuela se les va a solicitar el carnet fronterizo.
Tras el acto de reactivación, el horario para el paso peatonal por los puentes habilitados será de 6:00 a.m. a 7:00 p.m., mientras que el transporte de carga podrá circular de 7:00 de la noche a 6:00 de la mañana.
En cada punto migratorio hacia Colombia se va a solicitar el carnet fronterizo y habrá paso restringido del tránsito de carga en el puente Simón Bolívar: no podrá superar las 30 toneladas.
La reapertura no es solo en transporte terrestre, los dos países también se conectarán por vía aérea.
El epicentro de este hecho histórico es el municipio de Villa del Rosario, en Norte de Santander.
En compañía de una gran comitiva, El presidente Gustavo Petro caminó por el puente internacional Simón Bolívar desde Villa del Rosario (Norte de Santander) hasta la mitad, donde se encontró con la delegación venezolana, procedente del otro lado del cruce, la ciudad de San Antonio del Táchira.
De la delegación nacional sobresalen, además, el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, y el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva.
