domingo, marzo 24, 2024
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El alcalde se autorrevocó

El discurso del suspendido alcalde de Medellín Daniel Quintero, dejó claro que más que una defensa ante una presunta injusticia, fue un evento político en el que cada frase fue un puñal con el que terminó por autorrevocarse.

Durante el proceso de la revocatoria, Quintero siempre salió al paso con argumentos poco claros, mientras violaba la ley y destinaba recursos públicos para dilatar los tiempos e impedir la ejecución del mecanismo de participación ciudadana.

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Tan pobre y poco inteligente fue el discurso de Quintero Calle, que ante la suspensión provisional que le impuso la Procuraduría por su presunta participación en política, solo atinó a enfatizar el hecho de que aún no tenía en sus manos, una notificación oficial de la medida.

Agregó que como alcalde de una ciudad como Medellín, en un estado de derecho, no le permitieron la defensa y por tal motivo, aseguró, no hubo un debido proceso.

Según Quintero, la decisión se tomó en medio del desespero. Sin embargo, lo que no alcanza a entender el hoy alcalde suspendido, es que siempre se creyó intocable y que sus cálculos le fallaron, toda vez que existe una advertencia que la Procuraduría le hizo llegar hace unos meses. Además, hay una Ley estatutaria que delimita las prohibiciones, por lo cual, el suspendido ignoró un hecho contundente: la Constitución y la Ley siguen vigentes.

Aunque Daniel Quintero se quiere comparar con Gustavo Petro, quien sí fue destituido de su cargo e inhabilitado, al burgomaestre de Medellín solo lo suspendieron, por lo pronto, mientras sigue siendo investigado.

Es este camino, Quintero se creyó por encima de la Ley y ahora enfrenta, llorando, las consecuencias de sus acciones, caminando, además, al borde del precipicio. Sería bueno que recordara que todo aquel que se mueve al límite de la legalidad, puede tropezar y caer.

Al escuchar su discurso, que fue más político, él mismo recordó que desde su posesión como alcalde de Medellín, supuestamente ha sido víctima de persecución, seguramente porque se ha movido de manera inmoral: mentiras van y vienen, desvía recursos públicos, le han estallado una gran cantidad de escándalos de corrupción y tiene saqueada la administración, es decir, sus conductas impropias han precipitado una crisis económica nunca antes vivida en la historia de la ciudad. Y la lista sigue, pues además del nepotismo como mecanismo de selección laboral, decidió participar en política de manera abierta y descarada.

Y así el suspendido mandatario lo niegue, y diga que no existen pruebas, desde el año  2021 ya se habían reportado presuntas irregularidades y crecían exponencialmente las denuncias de ciudadanos, asociaciones y organizaciones por la participación indebida del alcalde en política.

Para Daniel Quintero fueron más importantes los pactos políticos que los ciudadanos medellinenses y por eso hay presión, pues decidió negociar las lealtades con cargos y burocracia de manera descarada.

Daniel Quintero, ahora suspendido como alcalde de Medellín por la Procuraduría, tiene a los medellinenses divididos con sus discursos llenos de odio y maldad, como sí la tarea fuese acabar con la Medellín pujante.

Él es un alcalde que más que gobernar y sacar adelante una ciudad por su propio ego, decidió priorizar su vanidad y soberbia, utilizando los recursos de la alcaldía para defenderse y evitar que los ciudadanos que lo eligieron fueran a las urnas y lo revocaran.

Pero como dicen las abuelas, el tiempo de Dios es perfecto: llegó la decisión y los organismos de control, en este caso la Procuraduría, tenían que hacer su trabajo y no permitir más burlas.

Bajo ese discurso lastimero que siempre ha utilizado, cometió una gran cantidad de errores. De hecho, aunque la torpeza que padece cada día llega a un nuevo nivel, la megalomanía que padece está en declive, enfrentando la realidad de que no está y no estará por encima del bien y del mal.

IFMNOTICIAS.COM salió a recorrer varios sectores de Medellín y le preguntó a la gente sobre la suspensión del alcalde… ¡Oh sorpresa! De 20 personas entrevistadas, el 100 % celebró la decisión con expresiones como «por fin, gracias a Dios y nada es eterno». Así que son falsos esos supuestos apoyos que quiso sacar del cubilete en la tarde-noche del discurso en la plazoleta de La Alpujarra, pues al evento de «desagravio» solo asistieron sus simpatizantes y muchos contratistas obligados. Alcalde, sus seguidores no son muchos tampoco… No es el momento de tapar el Sol con un dedo.

La autopercepción de emperador, sus escasas habilidades y los malos asesores que quisieron convertirlo en émulo de Gustavo Petro, lo único que consiguieron fue acercarlo a a la auto revocatoria. El alcalde Quintero no es capaz de reconocer su enorme responsabilidad en todo lo que está ocurriendo y solo atina a achacarle la culpa de su infortunio a otras personas, según se desprende de su discreto discurso.

Porque fue muy claro al reclamar democracia, pero sigue violando la institucionalidad y la Ley, pasando por encima de los postulados democráticos y actuando como dictador local a tal punto, que sale del país sin permiso del Concejo de Medellín, es maquiavélico, perfila ciudadanos, destruye gobiernos corporativos, se salta las leyes de contratación, dedicándose a celebrar contratos interadministrativos.

El discurso, en el supuesto evento para su defensa y apoyo de sus simpatizantes, solo fue para autorrevocarse y darle la razón a quienes firmaron la revocatoria. Quintero quería un cambio en primera… ¡Le concedieron el sueño y le pusieron su tate quieto!

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