En un hecho sin precedentes en la historia reciente del Perú, dos expresidentes fueron condenados a penas de prisión intramural en un lapso de apenas 24 horas, reflejando la profundidad de la crisis institucional y la lucha judicial que enfrenta el país frente a la corrupción y la inestabilidad política. Las sentencias se dieron en audiencias separadas y por casos totalmente diferentes.
El primero fue Martín Vizcarra, sentenciado el lunes a 14 años de prisión por haber recibido sobornos en la adjudicación de obras públicas cuando era gobernador de Moquegua, su región natal. Entre los contratos investigados se encuentra la construcción del Hospital Regional de Moquegua, obra en la que la Fiscalía demostró el pago de coimas por parte de consorcios interesados en obtener las licitaciones.
Vizcarra, quien llegó a la Presidencia en 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, había cimentado su imagen política en la bandera anticorrupción. Sin embargo, las investigaciones de la Fiscalía y las pruebas presentadas en juicio concluyeron que recibió pagos ilícitos mientras aún no ocupaba el cargo presidencial.
Apenas un día después, otro exmandatario, Pedro Castillo, fue condenado a 11 años de prisión por el fallido autogolpe de Estado del 7 de diciembre de 2022, cuando anunció en cadena nacional el cierre del Congreso, la reorganización del Poder Judicial y la instauración de un “gobierno de excepción”. Castillo intentó disolver el Parlamento horas antes de ser sometido a una votación de vacancia, pero su decisión fue rechazada por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la mayoría de instituciones estatales. Tras huir de Palacio de Gobierno, fue detenido mientras intentaba refugiarse en la embajada de México.
El intento de autogolpe desencadenó una crisis política y social sin precedentes, generando protestas, bloqueos, episodios de violencia y más de medio centenar de muertos durante los primeros meses del gobierno de su sucesora, Dina Boluarte. La justicia peruana determinó que Castillo incurrió en rebelión, abuso de autoridad y grave alteración del orden constitucional.
Ambos exmandatarios deberán pagar sus condenas en centros penitenciarios comunes, sin beneficios especiales, lo que marca un punto crítico en la historia política del país. Perú, que ha tenido seis presidentes en menos de una década, continúa lidiando con un panorama de fragmentación política, investigaciones por corrupción y una ciudadanía cada vez más escéptica frente a sus instituciones.
Las dos sentencias, aunque celebradas por algunos sectores como un triunfo del sistema judicial, profundizan el debate sobre la inestabilidad crónica que atraviesa el país. Perú se prepara para elegir, en el 2026, a su nuevo presidente para un nuevo período constitucional de 5 años.
Perú tiene, en la actualidad, presos a cinco expresidentes recientes; cuatro de ellos en intramural: Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Martín Vizcarra y Pedro Castillo; y uno en prisión domiciliaria, Pedro Pablo Kuczynski.









