Donald Trump, dejó en claro cuál será su prioridad si vence en las próximas elecciones presidenciales: finalizar la construcción del muro en la frontera con México y poner en marcha un amplio plan de deportación para los «asesinos» que, según él, llegan de Latinoamérica.
Durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Trump aceptó formalmente la nominación como candidato presidencial.
A pesar de tener la oreja vendada tras resultar herido en un intento de asesinato, inició su discurso con un llamado a la unidad, prometiendo gobernar para todos los estadounidenses, sin criminalizar las diferencias de opiniones.
«Gobernaré para todos, no solo para la mitad», declaró, buscando mostrar un tono conciliador.
En un momento conmovedor de su discurso, Trump guardó un minuto de silencio en honor a un bombero seguidor suyo que murió durante el ataque que sufrió el sábado pasado en Pensilvania. Afirmó que «Dios» estuvo de su lado, al evitar que él recibiera un tiro, mostrando gratitud por haber sobrevivido al atentado.
Foco en la crisis migratoria
El tono del discurso cambió rápidamente cuando Trump se dirigió a la crisis migratoria que enfrenta el país. Describió la situación como una «ruina apocalíptica» que necesita ser salvada por él.
«Pondremos fin a la crisis de inmigración ilegal cerrando nuestra frontera y terminando el muro, la mayor parte del cual ya he construido», aseguró el exgobernante, retomando una de las promesas centrales de su administración anterior.
Trump también anunció un plan de deportación masiva para los «asesinos» que, según él, están ingresando al país desde Latinoamérica. Aunque no ofreció detalles específicos sobre el plan, la promesa resonó entre sus seguidores, quienes ovacionaron la medida como una solución necesaria para la crisis de seguridad que, según Trump, enfrenta Estados Unidos.
Donald Trump cerró la Convención Nacional Republicana con un discurso que, a pesar de iniciar con un llamado a la unidad, rápidamente se centró en su agenda de mano dura contra la inmigración.
Con su promesa de terminar el muro en la frontera con México y un plan de deportación masiva, Trump busca captar el apoyo de los votantes preocupados por la seguridad y la inmigración ilegal, posicionándose nuevamente como un candidato fuerte y decidido en las elecciones presidenciales de 2024.
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