Desde la madrugada de este miércoles 26 de noviembre, grupos de la comunidad Emberá intentan nuevamente asentarse en el Parque Nacional, en el centro de Bogotá, por lo que equipos de la Alcaldía Distrital y funcionarios se desplegaron para impedir que se establezca un campamento en este espacio público, como ha ocurrido en años anteriores.
El secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, reiteró la posición de la administración frente a esta situación: “Reiteramos enfáticamente que esta vía de hecho no fue ni será permitida”, afirmó el funcionario. Agregó también que el Parque Nacional se mantendrá sin ningún tipo de ocupación y enfatizó la necesidad de proteger a los menores que acompañan a la comunidad: “Hacemos un llamado urgente a los voceros de la comunidad: no expondrán a los menores de edad a los riesgos evidentes que implica esta situación”.
La llegada de los grupos Emberá al Parque Nacional no es un hecho aislado. Es de recordar que en mayo de 2025, cerca de 300 personas regresaron a este lugar después de salir de la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja, de acuerdo con información de la Secretaría de Gobierno.
En medio de este grupo se conoció que había aproximadamente 150 menores de edad, lo que generó alertas por las condiciones del espacio: ausencia de agua potable, falta de baños adecuados y la permanente exposición al tránsito vehicular, el clima y otros riesgos propios del espacio público.
Al conocer estas condiciones para 2023, la Defensoría del Pueblo denunció condiciones críticas en la UPI La Rioja, donde se presentaron situaciones de hacinamiento, problemas de salubridad e infestaciones que afectaban a cientos de indígenas.
Durante 2024, el Distrito y entidades nacionales avanzaron en planes de retorno a los territorios ancestrales, procurando acompañamiento y garantías para las familias. Sin embargo, diversos factores sociales, económicos y de seguridad han dificultado la permanencia de manera estable en estas zonas.
Pese a los espacios de diálogo que se han mantenido con la comunidad, la Alcaldía ha insistido en que el Parque Nacional no puede convertirse nuevamente en un asentamiento. “El espacio público no es un lugar adecuado para pernoctar, especialmente tratándose de niñas y niños”, reiteraron voceros distritales.
Las autoridades continúan en el lugar para evitar nuevas ocupaciones mientras se mantienen los canales institucionales de comunicación con la comunidad Emberá.








