La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales presentó los resultados de su gestión durante la Audiencia Pública de Rendición de Cuentas 2024–2025, en un balance que mostró avances en materia tributaria, aduanera y cambiaria, pero que también dejó claro que el cierre fiscal del próximo año no alcanzará las metas proyectadas.
El director general encargado, Carlos Emilio Betancourt Galeano, informó que entre enero y octubre el recaudo bruto llegó a 249,1 billones de pesos, cifra que equivale al 97,1% del objetivo parcial fijado para ese periodo.
Aunque el crecimiento real frente al mismo lapso de 2024 fue de 5,9%, la Dian estima que el país cerrará 2025 con un faltante cercano a los 11 billones de pesos respecto a la meta anual de 305,4 billones. Según lo expuesto por Betancourt, las cifras evidencian que, pese a los avances operativos y tecnológicos, los ingresos no serán suficientes para cubrir las proyecciones fiscales definidas por el Gobierno.
Durante la rendición, el director encargado recordó que a comienzos de 2025 se adoptaron lineamientos orientados a fortalecer la capacidad de recaudo, entre ellos medidas asociadas a la modernización tecnológica y la reorganización institucional.
Estas iniciativas, explicó, forman parte del Programa de Apoyo a la Modernización, financiado mediante recursos del Banco Interamericano de Desarrollo. La entidad reportó compromisos por 98,8 millones de dólares, correspondientes al 39,5% del presupuesto total destinado a ese proyecto.
En su intervención, Betancourt reiteró que el propósito del Gobierno es retornar al cumplimiento de la regla fiscal en un periodo de tres años. Para ello, subrayó que se requieren ajustes en la estructura tributaria y que el Congreso avance en el trámite de la Ley de Financiamiento presentada por el Gobierno. Según dijo, la aprobación de esa iniciativa resulta clave para la sostenibilidad fiscal y para enfrentar el déficit proyectado.
El proyecto de ley propone eliminar beneficios y exenciones tributarias, gravar productos asociados a riesgos para la salud, e introducir criterios de progresividad en impuestos como renta y patrimonio.
También contempla disposiciones relacionadas con la transición energética y ajustes en tributos a licores y juegos de suerte y azar. De acuerdo con la Dian, estas medidas se integran a una estrategia más amplia destinada a reducir el gasto tributario y aumentar los ingresos en los próximos años.
La audiencia también incluyó un balance del comportamiento del valor agregado y de los servicios de capital y trabajo dentro del análisis macroeconómico del Gobierno. La Dian insistió en que la discusión tributaria debe resolverse antes del cierre del año para evitar presiones adicionales sobre las finanzas públicas en 2026.
Aunque la entidad destacó el crecimiento del recaudo en comparación con 2024, el faltante estimado mantiene abierta la discusión sobre la capacidad fiscal del país para financiar los compromisos del Gobierno en medio de un escenario económico que sigue exigiendo ajustes estructurales.
