Un solo residente de mal vivir, puede poner en jaque a toda una comunidad. Esta situación se está presentando en la urbanización Arezzo, en la zona de La Calera, en El Poblado.
Desde hace siete meses, un arrendatario viene atormentando a la comunidad, con fiestas que se prolongan por días, presencia de numerosas personas extrañas, prostitución y consumo de sustancias estupefacientes.
Además, los empaques de la droga que consumen, son lanzados a las zonas comunes, lo que representa un enorme riesgo para los menores que residen en Arezzo.
De igual forma, los vecinos, atemorizados, denuncian que el arrendatario invita a niñas menores a su apartamento, «para parchar».