Es un hecho, el gobierno le quitará su dinero a las EPS del país y con ello a los pacientes. Lo que iban a ser más de 4 billones de pesos que le correspondía al sistema de salud, ahora se reducirá a 2.12 billones, aunque Carolina Corcho la ministra de Salud de Petro, intenta argumentar con que es necesario. Sin embargo, es claro que un recorte que va casi hasta la mitad, constituye una medida totalmente injustificable e incomprensible, salvo que se trate de todo un ataque gubernamental, para estatizar completamente todo el sistema de salud colombiano.
El anuncio sin embargo ha generado un verdadero ambiente de miedo extremo en un país que ya ha vivido profundas crisis en el sector de salud con la corrupción de los años 90s, pero que en los últimos años ha tenido avances significativos, donde incluso con suficiencia se ha afrontado una tremenda crisis de pandemia se ha mejorado en aspectos claves como en cobertura e incluso en calidad en el servicio.
Al parecer en este gobierno, dichos avances entrarán en una espiral de retroceso. Y no es para menos, un recorte de casi 2 billones de pesos, se traducirán en problemas de servicio y atención a los colombianos. Ante dicho desfinanciamiento los gremios de empleados del sector salud como los Médicos de Colombia se han manifestado fijando su posición en contra.
