Raúl Hernán Velásquez Abad, tiene 73 años de edad y una vida dedicada al servicio del Municipio. Toda su vida, trabajó para la alcaldía gastándose su piel y su columna, la misma que le dejó una incapacidad permanente que lo obliga desde 1998, a estar tomando un medicamento que alivie los fuertes dolores.
La excelente coordinación de los diferentes mandatarios locales del pasado, había permitido que su medicina Neurtín, le permitiera continuar su vida con calidad y con la tranquilidad de pasar sus años de jubilación controlado y en un buen estado para disfrutar de sus nietos y familia.
“En los 23 años que lleva tomando el medicamento nunca el municipio de Medellín me había negado el medicamento que me entregaban en la Botica Junín sagradamente”, dice desconcertado Raúl Hernán, cuando denuncia que en esta administración del Alcalde Daniel Quintero, no se lo volvieron a entregar.
Recuerda como cada año, el día 15 de enero debía renovar la fórmula y se llevó como siempre cumpliendo el requisito. Este procedimiento se hace en el despacho de la alcaldía en la ventanilla de Seguridad Social, en el que la respuesta fue que “el alcalde no ha firmado ninguna clase de contratación para los enfermos jubilados”.
Como él, son decenas de jubilados que tienen, inclusive, la vida en riesgo por la desidia del alcalde que no renovó los contratos para asegurar las medicinas de los exfuncionarios enfermos, muchos de ellos de gravedad.
Para las familias de los jubilados enfermos, no es comprensible que el alcalde “juegue con la vida de quienes subsiten gracias a esos medicamentos”, señala la hija de Raúl quien tiene que verlo sufrir todos los días con dolores intensos que se pueden curar solo con esas medicinas, que por su valor, solo pueden esperar por parte de la alcaldía.
Desde enero, la integridad de las familias se han visto alteradas, muchos de los enfermos buscan como remediar la situación en algunos casos, haciendo colectas para los costosos medicamentos, en otras, los familiares sacando recursos de donde no hay para no ver sufrir a sus viejos
“La irresponsabilidad de este alcalde es total. El desprecio por la vida de quienes le dieron todo su esfuerzo durante años, es total. La insensibilidad del alcalde es… solo espero que cuando envejezca no tenga que padecer lo que está haciendo padecer a mi papá”, dice otra familiar de uno de los jubilados enfermos de cáncer.
En el caso de Raúl Hernán, el medicamento lo autoriza el municipio luego de que Sura se lo receta desde hace más de 20 años y con la firma del municipio procedía a reclamarlo en la Botica Junín y ahora sigue a la espera de que el alcalde firme los contratos para que les puedan entregar los medicamentos.
Las familias de los jubilados enfermos esperan que el alcalde Quintero se apiade de ellos y pueda pensar en quienes están sufriendo por su culpa, solo porque no se gasta un poco de tinta en una firma que aliviará los males de quienes trabajaron toda su vida en el municipio.
