El alcalde de Medellín Daniel Quintero, evadió a quien fuera su amigo y mentor, Álvaro Guillermo Rendón, exgerente de EPM y quien lo demandó por injuria y calumnia por las declaraciones dadas a medios de comunicación tras la salida del gerente de EPM. La actitud de no dar la cara, la interpretaron algunos sectores de la opinión pública, como un acto de cobardía y falta de señorío por parte del alcalde.
Quintero no le dio la cara a Rendón en la audiencia de conciliación de ayer y se hizo representar por abogados, al igual que la secretaria privada del alcalde, Maria Camila Villamizar, quien también estaba citada a la diligencia ante la Procuraduría 113 Judicial II Administrativa.
Para ese despacho, la conciliación falló y no se pudo alcanzar. No hubo voluntad del mandatario local en el sentido de retractarse de lo dicho, además de pedir disculpas públicas y asumir los $1.467 millones de pesos en los que están calculados los daños generados y los costos del proceso.
Quintero aseguró a través de una ronda de medios que Álvaro Guillermo Rendón quedó declarado insubsistente por haber puesto en riesgo financiero a EPM con la toma de decisiones, algo que no es cierto, toda vez que antes de esa declaratoria, Rendón había renunciado a su cargo.
Álvaro Guillermo Rendón busca la reincorporación a su cargo
Por eso, paralelamente a la demanda penal por injuria y calumnia, hay otra demanda paralela con la que Rendón busca que le reintegren sus derechos y sea reincorporado a su cargo, entre otras cosas, porque considera que le violaron el debido proceso de su retiro, que está estipulado en el Gobierno Corporativo, violado ya varias veces de manera impune por el alcalde.
Al respecto, los abogados enviados por Quintero Calle a la audiencia, se negaron a toda posible fórmula de arreglo e insistieron que es potestad discrecional del alcalde nombrar y retirar al gerente de EPM, por lo que no habría fondo en las demandas.
Así las cosas, la distancia entre Quintero y Rendón es cada vez mas grande mientras que se radicalizan las posiciones. Las demandas contra el Alcalde por injuria y calumnia y contra el alcalde y EPM por el restablecimiento de derechos laborales, continuarán su curso.
