Cuba dijo el jueves que dejaría temporalmente de aceptar depósitos bancarios en efectivo en dólares, culpando a sanciones estadounidenses más estrictas que restringen su capacidad para usar billetes verdes en el extranjero, aunque seguirá aceptando transferencias.
La medida se produjo poco antes de que el gobierno presentara en la Asamblea General de las Naciones Unidas su resolución anual para poner fin al paralizante embargo comercial de Estados Unidos sobre el país dirigido por los comunistas.
Algunos cubanos y analistas especularon que era un intento de controlar el precio del dólar en el mercado negro. Eso ha aumentado a más del doble del tipo de cambio oficial desde que el país dependiente de las importaciones comenzó a abrir tiendas que venden en moneda fuerte y dejó de vender billetes verdes debido a la escasez de efectivo.
Los titulares de cuentas bancarias cubanas tendrán hasta el 21 de junio para depositar dólares antes de que entre en vigencia la suspensión.
“Es cada vez más difícil para Cuba encontrar instituciones bancarias o financieras internacionales dispuestas a recibir, convertir o procesar moneda estadounidense en efectivo”, dijo el Banco Central de Cuba en un comunicado compartido por medios estatales.
Agregó que la medida no afectaría las operaciones que se realicen mediante transferencias o depósitos en otras monedas libremente convertibles y aceptadas en Cuba.
Más de 20 bancos han dejado de procesar transacciones que involucran a Cuba desde que el expresidente Donald Trump endureció las sanciones de Estados Unidos a la nación insular, dijo la vicepresidenta del Banco Central, Yamile Berra Cires, en una mesa redonda en la televisión estatal.
Durante muchos años, Cuba tuvo un impuesto del 10% sobre los dólares, citando lo difícil que fue para el gobierno usarlos debido al embargo estadounidense. Pero eliminó ese impuesto el año pasado, ya que abrió más tiendas que venden en efectivo en lugar de en la moneda local.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un demócrata, prometió durante su campaña revertir algunas de las medidas del republicano Trump sobre Cuba que “han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”.
Pero aún no ha revertido ninguna medida y su administración ha dicho que un cambio en la política hacia Cuba no se encuentra entre sus principales prioridades de política exterior.
