La temporada de avistamiento de ballenas en Colombia ya llegó y desde el mes de julio hasta octubre, la naturaleza es protagonista en cinco lugares maravillosos para que locales y turistas vean la magia de un espectáculo inigualable.
Según indicó SATENA, la aerolínea de los colombianos, las ballenas viajan más de 8,500 kilómetros desde la Antártida hasta las cálidas aguas del Pacífico colombiano para aparearse y dar a luz a sus crías, puede ser apreciado en el pacífico colombiano en municipios como Nuquí, Bahía Solano, Buenaventura, Guapi y Tumaco.
Con base a lo anterior, SATENA ofrece diferentes opciones para llegar a estos destinos imperdibles:
«El avistamiento de ballenas no es solo un espectáculo visual, es una experiencia que conecta a los colombianos con la grandeza de la naturaleza. En SATENA, nos enorgullece ser el puente que permite a nuestros pasajeros ser testigos de este milagro anual», indicó el Mayor General Óscar Zuluaga, presidente de SATENA.
Sobre los destinos:
Bahía Solano:
Este destino en Nuquí es ideal para los amantes de la naturaleza; ofrece exuberantes playas, arrecifes coralinos para bucear, oportunidades para practicar surf y caminatas en la selva tropical llena de biodiversidad, riachuelos y cascadas. Este sitio es conocido por ser el indicado para el avistamiento de ballenas, la pesca en el mar y los ríos; por sus aguas termales, su gastronomía, su tranquilidad y biodiversidad, incluyendo manglares y pozos cristalinos.
Para llegar hasta Bahía Solano, SATENA cuenta con dos rutas hacia este destino: Medellín-Bahía Solano, operada los lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo con una aeronave ATR 42 con capacidad para 48 sillas, y Quibdó-Bahía Solano, operada los martes, miércoles y jueves con una aeronave B1900 con capacidad para 19 sillas. Los tiquetes tienen un costo desde $192,500, dependiendo de la ciudad de origen.
Nuquí:
Ubicado en el Chocó, es un destino apropiado para el ecoturismo gracias a su combinación de selva y mar. Ofrece una rica gastronomía y la oportunidad de avistar ballenas jorobadas que llegan a la bahía
para aparearse y dar a luz.
SATENA ofrece dos rutas: Medellín-Nuquí, operada los lunes, miércoles, viernes y domingo con una aeronave ATR 42, y Quibdó-Nuquí, operada los lunes, miércoles y viernes con una aeronave B1900 y los domingos con un ATR 42.
Buenaventura:
Un destino en el departamento del Valle del Cauca y controla más del 60% del comercio del país. Cuenta con una economía diversificada que incluye la pesca, la
extracción y procesamiento de madera, y la minería artesanal de oro.
SATENA opera la ruta Bogotá-Buenaventura los días martes y viernes a bordo de un ATR 42.
Guapi:
Este destino turístico es conocido por sus paisajes de selva húmeda, el singular río de aguas cálidas cuyo flujo sube y baja al ritmo de las mareas, y la riqueza cultural afrodescendiente con bailes como el Currulao y el Arrollao. Allí no solo se podrán presenciar las ballenas, sino también tortugas y visitar parques Sanquianga y Utría en zonas cercanas.
La ruta Cali-Guapi opera todos los días, con dos vuelos los miércoles, viernes y domingos. Todos los vuelos son en aeronaves ATR 42, y los tiquetes inician desde $232,000.
Tumaco:
Conocido como la «Perla del Pacífico», ubicado en Nariño. Es considerado el segundo centro urbano del departamento y cuenta con un puerto marítimo y diversas playas.
Tumaco es un importante puerto petrolero y destaca por sus extensiones de
manglares, hábitat de numerosas especies.
SATENA opera dos rutas hacia este destino: Bogotá-Tumaco, con un vuelo diario los martes, jueves, sábado y domingo, y dos vuelos diarios los lunes, miércoles y viernes en aeronaves ATR 42 y ATR 72; y Cali-Tumaco, con un vuelo los lunes y dos vuelos diarios el resto de los días de la semana, excepto los domingos con un vuelo. Todas las rutas se operan con aeronaves ATR 42 y ATR 72.
El Mayor General Zuluaga, agregó que: “el avistamiento de ballenas no es solo una actividad turística, es una oportunidad para crear conciencia sobre la conservación de estas especies y su hábitat. SATENA se enorgullece de facilitar esta conexión entre los seres humanos y la naturaleza, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo económico de estas regiones costeras”.