La pregunta nace desde diferentes sectores de la opinión medellinense quienes analizaron con lupa la designación de la gerente encargada de las Empresas Públicas de Medellín, Mónica Ruiz Arbeláez.
A primera vista la crisis generada hace una semana en EPM merecía una reacción inmediata para que se conjurara la grave situación sin que se ahondara la crisis. Es cuando aparece la ingeniera Ruiz.
La ingeniera Mónica Ruiz Arbeláez se venía desempeñando como Vicepresidente de Estrategia y Planeación desde el mes de mayo del año pasado, cuando fue nombrada en ese cargo ya en el gobierno de Daniel Quintero. Ruiz lleva 26 años de estar conectada con la empresa. Por eso, en un primer momento, fue bien recibido su nombramiento, inclusive por los sindicatos mayoritarios y minoritarios en los que se agrupan los trabajadores de las empresas.
En medio de esa reacción que se necesitaba tras la renuncia-destitución de Álvaro Guillermo Rendón, se pensó, aparentemente desde el Alcalde, en Ruiz Arbeláez como una persona de la empresa con experiencia y arraigo que no generaría resistencia; pero ¿por qué precisamente a la Vicepresidente Mónica Ruiz? ¿Quién la propuso?.
El tema de su nombramiento no es gratuito y viene de un enmarañado nudo de conexiones movidos por una persona que la recomienda, que es cercana al alcalde y a Ruiz y advirtiendo que debe seguir la idea que Quintero tiene sobre la gestión de EPM; es decir que opere bajo la necesidad de que le ”copie” a Daniel Quintero, como él quiere.
Es así que se llegó a ser escogida entre tantos empleados de la empresa sin importar los demás que tenían las mismas o mejores cualidades de Ruiz. Solo ella estaba en el radar sin considerar siquiera a los demás y en tiempo récord. Pero ¿cómo pudo ser eso posible?
Todo comienza por quien, según afirman la fuentes, es quien ha puesto una importante red de conexiones virtuosas que le sirvieron a Quintero para lograr desde la financiación de la campaña hasta los apoyos políticos y la cercanía que Ruiz termina teniendo, en medio de una cadena de relaciones; al punto que su recomendación en momentos de crisis, fue vista como un oasis en el desierto.
Se trata de Miguel Alejandro Villa Sánchez, conocido como el Mono Villa, un prestante empresario a quien varios políticos han acudido para que les ayude en sus campañas en el pasado, gracias a su posición de “lobbista del Club Campestre en sus sedes de Medellín y Llano Grande”; la misma que le reconocen ha sido efectiva en gran medida.
Villa Sánchez, graduado del Colegio San Ignacio, ha sido activo en las campañas de Luis Pérez y Gabriel Jaime Rico hace cuatro años y de la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras en Antioquia. En el 2019, fue ficha clave, según afirman, en la campaña de Daniel Quintero.
Según personas cercanas a estas campañas y que han visto el manejo de las conexiones del Mono Villa, éste es visto en algunos casos, como “el salvador” de las campañas por parte de los candidatos que han gozado de sus apoyos económicos; o al menos así pretende que lo vean.
Villa Sánchez es además miembro de la Junta Directiva de ENSA, una de las filiales del Grupo EPM en Panamá, dedicada a proveer el servicio de energía eléctrica al Noreste de la República vecina. Desde agosto del año pasado fue nombrado director de esa Junta. El Mono Villa es demás miembro del Consejo directivo de ISVIMED, entidad adscrita a la alcaldía de Medellín y encargada de dar soluciones de vivienda en la ciudad.
Igualmente, Villa Sánchez tiene relación directa con la concesionaria de vías Covial y Covimaq SAS ente otras en las que figura, también, como miembro de las juntas directivas; y es socio del saliente gerente de EPM, Álvaro Guillermo Rendón en un contrato que tienen para el mantenimiento de las vías de Corabastos en Bogotá.
A todo eso, el Mono Villa tuvo relación directa con el Fondo Nacional de Garantías y con el Ministerio de Vivienda en tiempos del Gobierno de Juan Manuel Santos y, especialmente, nexos con la vicepresidencia de Germán Vargas Lleras alcanzando una gran cercanía, que lo llevó a ser su mano derecha en Antioquia desde el partido Cambio Radical.
Fue por ese tiempo que se hizo amigo de Daniel Quintero, entonces viceministro de las TIC y de Daniel Arango Ángel, ex viceministro de desarrollo en el ministerio de Industria y Comercio. Arango es hoy Vicepresidente de Negocios de EPM y presidente de la Junta Directiva de ENSA en Panamá en donde comparten sitio.
Justo Arango Ángel es uno de los protagonistas del reciente escándalo por la toma del poder en EPM y cuyo padrino es el expresidente César Gaviria Trujillo.
El Mono Villa trabajó de la mano de Vargas Lleras en todo el desarrollo de la política de Infraestructura del país y en temas de vivienda, por eso es llamativo, que pertenezca a la junta directiva de Covial desde el 2005 como figura en la Cámara de Comercio. Covial es una empresa dedicada a temas de contrucción e infraestructura, rubro al que se dedicó Vargas Lleras durante su vicepresidencia en el Gobierno de Santos.
Es así como Daniel Arango, Presidente de Junta de ENSA y Miguel Alejandro Villa, miembro director de la misma, trazan parte del círculo de relaciones en esta historia de búsqueda del poder, que tiene como objetivo, apropiarse de la llamada Joya de la Corona; pero desde diferentes orillas.
Continuando en la línea de relaciones, entran también César y Darío Amar, el primero es uno de los propietarios de la empresa Selecta Consulting Group, cuestionada por haber sido la contratista de la Alcaldía a través de Telemedellín para hacer los seguimientos y perfilamientos a opositores y críticos del Alcalde. César Amar y el Mono Villa, fortalecieron sus vínculos de amistad en el Fondo Nacional del Ahorro cuando Amar era uno de los principales líderes en el área de informática.
Entre tanto, el segundo; Darío Amar, es Vicepresidente de Nuevos Negocios de EPM y es quien desde esta posición, entra a terciar en la defensa de los intereses de Germán Vargas Lleras al interior de las Empresas Públicas de Medellín.
Pero, ¿qué tiene que ver todo con la gerente encargada de EPM, Mónica Ruiz y de quien en un principio se pensó que, igual a como se vendió el Alcalde Quintero en su campaña, era independiente?. La respuesta está en el esposo de la ingeniera Ruiz y cuyo cuñado es el Mono Villa. Fue así, como el nombre de Mónica Ruiz, fue propuesto por su concuñado con la advertencia de que le debe copiar al alcalde, pero esta vez en la línea de Germán Vargas Lleras.
De aquí en adelante se anuncia otra “guerra fría” por el poder de EPM, pues en el tablero ahora entran a mediar las cuerdas del poder de Germán Vargas Lleras y en ese sentido ha comenzado esta misma semana, una campaña que reclama la propiedad de la gerencia para Ruiz con dos argumentos que buscan convencer al alcalde Quintero: 1) que es hora de una mujer en la gerencia general de EPM y 2) que es hora que Germán Vargas Lleras y su escudero, Villa Sánchez, reclamen su pedazo del queso. Esta campaña, evidentemente amenaza la que ya venía desarrollando el grupo de César Gaviria y que desató la tormenta y la salida del hoy exgerente Álvaro Guillermo Rendón.
Si bien los encargados del nombramiento de la ingeniera Ruiz fue la Junta Directiva, recuerdan las fuentes, que ésta junta es Quinterista y hace lo que diga el alcalde. El nombre de Mónica Ruiz, entonces, llega propuesto por el Mono Villa al alcalde y este lo lleva la la Junta Directiva con la nota de que Ruiz es la persona apropiada para la transición.
Lo que nadie esperaba, era que fuera a ser tan grave la cura como la enfermedad, según las fuentes, ya se ven muestras de preocupación en el piso 12 de la alcaldía, cuando conocieron que ya se adelanta la campaña para buscar la permanencia de Ruiz, hasta con encuesta a los trabajadores de EPM para soportar el favoritismo y ejercer la presión.
En el siguiente enlace se puede consultar la encuesta:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfzAN_ialAP3buSD_UR-Tnl2e0Q4hETPp0fUN6pDV5b1wOWFw/viewform
Pero a la campaña se sumó además un grupo feminista proaborto del que Ruiz participa, según las fuentes consultadas; y que es el responsable de un comunicado que circuló la semana anterior por todas las redes, reclamando la hora de una mujer en las riendas de EPM.
Por su parte, una de las fuentes que ha trabajado con la nueva gerente, relataron su recorrido por EPM y detallan que “la conozco hace 17 años y trabaje en temas afines con ella los primeros 5 años de mi vida laboral en EPM, habla demasiado, los últimos 5 años la subieron a jefe, su mardrina siempre ha sido Ines Elena. Antes de salir Londoño de la Cuesta, ella tenía una jefatura y al parecer no le fue bien, por lo que la dejaron como asesora en la Gerencia, hasta que fue encargada de una vicepresidencia y posteriormente fue nombrada en propiedad esta administración. Ella era jefe de unidad en la comercial, en la administración de Londoño tuvo problemas con los jefes de esa vicepresidencia y se quejaron ante el gerente, Le quitaron la jefatura y John Maya le dio un salvavidas dejándola como asesora, hasta que llegó esta administración y la nombraron Vicepresidente de Planeacion y Estrategia“; comenta uno de sus compañeros con cerca de 20 años en EPM.
Como sea, ahora se aproxima otra guerra que comenzará con la modificación de las juntas directivas de las filiales ordenada por la nueva gerente. Según cuentan, la trama comenzaría por hacer que el artífice de este nuevo episodio, el Mono Villa, sea retirado de la Junta Directiva de ENSA la filial de EPM en Panamá, precisamente para evitar que se genera el ruido de esa relación directa entre la Gerente y el miembro de junta.
Igualmente ese cambio se haría para que no se generen conflictos en esa junta, toda vez que el presidente es Daniel Arango, hasta ahora el más firme candidato a la gerencia y por quien se desató la guerra cuyo soldado fue María Camila Villamizar, desde el Gavirismo.
Es así como al sonajero en el que están Daniel Arango, Mauricio Tobón, David Luna y María Camila Villamizar, le surge la campaña ya iniciada por el lado del Vargasllerismo con la gerente encargada Mónica Ruiz, con quien buscan permanecer en la ya obtenida gerencia, por el momento en encargo.
En el análisis que hacen las fuentes que han ayudado a descubrir este entramado, se da la explicación de por qué tanto interés repentino del expresidente Vargas Lleras en EPM, Hidroituango y la defensa a Quintero desde el año pasado en sus columnas; encontrando como respuesta, que desde entonces los artículos de prensa estaban solo anunciado los cálculos políticos para ver cuándo atacar y reclamar lo “suyo”, y al parecer, ahora llegó el momento.
Lo triste es que EPM no sale de un escándalo a otro y de una guerra fría a otra, todos por las componendas políticas bogotanas con quienes empeñó Quintero la institucionalidad paisa cuando buscaba apoyos para su campaña “independiente”.
Lo que se preguntan quienes están en EPM, es: “si esto es lo que ha pasado tirando los hilos de Gaviria y Vargas Lleras, ¿qué le espera a EPM cuando se tiren los hilos de Gustavo Petro?”. Al parecer EPM, de cualquier manera está empeñada al poder bogotano.
