Entre el miércoles y el viernes de la semana pasada, Daniel Quintero habría estado en Bogotá con el único objetivo de cobrar por ventanilla el apoyo humano y financiero dado a Gustavo Petro. Es bueno recordar que ese apoyo fue la razón por la cual diez funcionarios de alto nivel, entre secretarios y gerentes de entidades, renunciaron a sus cargos para salir corriendo a las toldas petristas apoyando la campaña del Pacto Histórico.
Sin embargo, a pesar del apoyo que Daniel Quintero ve como un gran triunfo, no logró reunirse con Gustavo Petro durante los dos largos días en los que hizo lobby en la capital del país. Según fuentes confidenciales que se comunicaron con IFMNOTICIAS.COM, Petro no sacó tiempo para reunirse, como sí lo hizo en varias oportunidades durante su campaña, con Quintero Calle sino que delegó a Alfonso Prada, quien fuera su jefe de debate, para ser la persona que lidiara con el alcalde de Medellín.
«Pinturita» llegó donde Prada con tres solicitudes puntuales, que eran las que pensaba poner sobre la mesa de Petro, con el fin de obtener favores a cambio del apoyo y del riesgo que corrió durante la campaña, lo que además le costó más de un mes de suspensión por parte de la Procuraduría. El primer pedido realizado por el alcalde fue que desde el gobierno de Petro se le abriera un espacio a Diana Osorio y se le asignara un cargo importante, ante lo cual la respuesta obtenida fue un no casi rotundo.
La segunda solicitud habría sido que tuvieran en cuenta a sus más cercanos colaboradores, entre quienes están los férreos escuderos Juan Carlos Upegui, Juan Pablo Ramírez, Esteban Restrepo y la misma María Camila Villamizar. Sin embargo, también se encontró con un muro y una serie de explicaciones dando cuenta de las razones por las cuales esto no sería posible, o por lo menos no en el corto plazo y es por esto que le dieron un pequeño contentillo incluyendo a Restrepo dentro de uno de los comités de empalme.
Según la fuente confidencial, lo que le valió un portazo en la cara, fue la tercera petición. Y es que Daniel Quintero, sacando pecho por los cerca de 370 mil votos obtenidos en Medellín a favor de Gustavo Petro, le habría pedido al Pacto Histórico que lo apoyen para la justa electoral del 2026 donde se elegirá al sucesor de Gustavo Petro.
Ante dicha solicitud, Alfonso Prada le habría recordado a «Pinturita» que las promesas que él mismo realizó a Gustavo Petro, sobre los resultados electorales en la región, no se habían cumplido. Además le sacó en cara el sinnúmero de escándalos en los que el mandatario local se ha visto envuelto y que dañan fuertemente la imagen de Gustavo Petro.
Prada también le habría dicho a Quintero Calle que detrás del apoyo para la próxima campaña presidencial no estaría solamente él, sino también Claudia López, quien, según le recordó Prada a Quintero, si ha sido coherente en su andar por la centro izquierda, al punto que fue un apoyo fundamental en la campaña de Petro en 2018.
Así las cosas, desde el Pacto habrían condicionado la posibilidad de recibir apoyo para el 2026, siempre y cuando Quintero Calle cumpla con una serie de expectativas, entre las que están dejar los escándalos atrás, que dada las circunstancias es un tema complejo por la cantidad de procesos ante los organismos de control, producto de su desempeño. Además, que sus comportamientos como infante de kinder, que expone frecuentemente a través de las redes sociales, no le ayudarían a dejar atrás los escándalos ni a dejar de sumar enemigos a la larga lista que ya tiene.
La otra condición impuesta sería que a través de su movimiento «Independientes» logre posicionar una serie de mandatarios locales, como alcaldes, gobernadores, concejales y diputados en varios lugares del país; con lo cual demostraría el alcance de su poder político de intermediación y su capacidad de convocatoria, después de lo cual, podría recibir el respaldo del presidente electo y de su movimiento político.
Como Claudia López y Daniel Quintero estarían tras la Presidencia de la República en 2026, ambos deberán competir por quien consigue más puestos en las elecciones regionales y locales para demostrar ante Gustavo Petro cual de los dos tiene el suficiente apoyo popular que podría ser útil para darle continuidad al proyecto de izquierda que inicia el Pacto Histórico con esta presidencia. El ganador de la contienda recibiría el apoyo del electo presidente.
En medio de este panorama no solo Quintero quedó colgado de la brocha: todas aquellas personas que decidieron apoyar a Gustavo Petro, a cambio de favores presuntamente prometidos al mandatario local, se quedarían con los crespos hechos y teniendo que apostarle el todo por el todo a las elecciones regionales y locales con tal de sacar algo de rédito tras las negociaciones fracasadas con el mandatario electo.
Llegó pavoneándose, creyéndose uno de los grandes artífices de la campaña de Gustavo Petro y lo que recibió fue un frío rechazo y un pliego de condiciones, solo comparadas con la situación que vive la senadora electa Piedad Córdoba. No pudo cobrar por ventanilla y tuvo que ver impávido como Petro se reunía con Uribe antes que con él.
Esta sería la razón de la actitud servil de «Pinturita» ante las solicitudes que ha realizado Petro en redes sociales, pidiendo información o exhortando al alcalde a tomar decisiones, ante lo cual, Quintero solo contesta «ya mismo señor presidente», «cuente con eso, señor presidente»; convirtiéndose en el obediente del nuevo mandatario nacional.
Atrás quedaron los días en que Petro llegaba a Medellín y con la confianza de un amigo se reunía con Daniel Quintero en su casa. Ahora ya no tendría la línea directa que mantuvo con el candidato y deberá verse abocado a hacer fila, como los demás, a la espera de recibir las migajas que le quieran dar.
A Quintero Calle le sucedió lo de famoso refrán: «fue por lana y salió trasquilado». Así paga el diablo a quien «bien» le sirve.
