Por José Ignacio Penagos H.
Nunca se les ve por Medellín o al menos no se les veía por estar tierras hasta ahora. Vienen con agenda y busca de eco en medios de comunicación, solo por decir quienes son y pretenden abrir las puertas que nunca habían tocado.
Son los representantes de los apoyos liberales del alcalde Daniel Quintero y de la Secretaria Privada Maria Camila Villamizar, quienes ademas traen un discurso preparado para bajarle el nivel a lo que se denuncia sobre los que verdaderamente mueven los hilos del poder detrás del alcalde independiente.
Esta primera llegada, casi que en paracaídas, la protagonizó el exministro y excongresista Juan Fernando Cristo, de quien se dice Norte de Santander, es el padrino político de la Secretaria Privada, Maria Camila Villamizar.
A su llegada buscó pisar las instalaciones de Teleantioquia y allí en medio de varios testigos, pronunció algunas frases que se han regado como bola de nieve en los círculos políticos de Medellín.
En los grupos de chat, la fuente dice que “Les cuento que lo que está “Juan Fernando Cristo en pleno Telenatioquia en el set sentado. Cristo dice que viene a Medellín a activar a los liberales disidentes, a promover la Coalición de la Esperanza y a defender a Daniel Quintero.“
Y señala además que Cristo dijo sobre Quintero que “Hizo una campaña impresionante…Conozco a Quintero desde el Gobierno… lo recuerdo como un funcionario eficaz… César Gaviria de quien vivo lejos no tiene el poder que dicen las historias creadas en Medellín… Quintero hará una gran Alcaldía… y la revocatoria no debería existir”.
Lo curioso es que venga justo cuando las “historias creadas en Medellín”, han llevado a que el mismo alcalde haya tenido que tomar un avión para Bogotá alterando su agenda, para reunirse con César Gaviria; y que ahora que viene a visitar ya activar a los Liberales, diga que el Jefe del Partido Liberal no tiene poder.
Juan Fernando Cristo es uno de esos camaleones políticos que cuando fue Congresista, lanzaba permanentemente acusaciones falsas como las que en otrora lanzó contra la entonces Comisión Nacional de Televisión, empantanando la gestión de otros liberales solo porque en su momento, no le acompañaron en un proyecto de ley.
Ahora Cristo, uno de los más grandes defensores y escuderos de Juan Manuel Santos y quien busca proteger el llamado legado santista del fallido “Proceso de Paz”, liberal más que los mismos liberales; llega a Medellín de manera “independiente” a apoyar al alcalde “independiente”, y dice que su labor es activar a los liberales “disidentes”. Este término en algo recuerda a como se autoactivaron en su momentos los desmovilizados de las FARC que tanto protege, para dejarle la herencia al país de los jubilados de la guerrilla en partido político y la nueva guerrilla armada dizque en “disidencias”. Como que a Cristo le quedó gustando la palabra “disidencias”, ¿será que lo que busca es “armarlas” para las próximas elecciones? (me refiero a los liberales)
De todos modos es parte del juego político y habrá que ver a qué y a quienes es que llama “liberales disidentes”; pues si los que no son dicidentes son los que apoyan al alcalde entonces que explique el asunto de que lo viene a apoyar; y si lo que quiere decir es que los liberales que apoyan al alcalde son los disidentes, entonces tendrá que explicar el asunto de que no están activados cuando lo único que se ven, son contratos como los que le quitaron al Jardín Botánico para quedar en manos de liberales.
Hay liberales por ahí dando vueltas y otros que no son liberales que podrían estar dispuestos a reclutarse en el nuevo grupo. Seguro material trásfuga no le faltará.
Las cosas de la política. Lo único cierto es que si Cristo tiene que venir a estas tierras a las que hasta ahora no había puesto el ojo y pocas veces el pie, es porque algo de temor tienen en los vientos de moción de censura que rodean a su pupila y protegida Villamizar y como lo ha pronunciado, para tratar de hacer que no existan los movimientos de revocatoria. Habrá que estar atentos, porque este es de los cristos que no se dejan crucificar. ¡Qué peligro!
Llegan de tierras lejanas vientos extraños que predicen tormentas.
