Luego del triunfo de Gustavo Petro, quien asumirá la Presidencia el próximo 7 de agosto, en el horizonte se asoma una fecha decisiva: el 20 de julio, cuanto se instala el nuevo Congreso de la República.
A menos de un mes, la conformación de la mesas directivas de Senado y Cámara, trae consigo una negociación entre las bancadas petristas, que tiene como propósito decidir el liderazgo en el legislativo, con miras a sacar adelante las iniciativas de origen ejecutivo, es decir, los proyectos que presente el nuevo gobierno.
Con la elección de Petro, las bancadas del Pacto Histórico, tanto del Senado como de la Cámara, sostuvieron un encuentro liderado por Roy Barreras. En la reunión, los asistentes abordaron temas como las promesas de campaña de Petro y, claro está, realizaron un sondeo para establecer quienes podrían ocupar la presidencia del Senado durante el primer año de gobierno.
Según los acuerdos políticos, este puesto se le otorga a la bancada mayoritaria del Senado, ocupada, a partir del 20 de julio, por el Pacto Histórico. Hasta el momento, suenan para este cargo Roy Barreras, Gustavo Bolívar, María José Pizarro, Clara López y Alexander López.
Para Petro es necesario tener en su primer año de gobierno a uno de su bancada en la Presidencia del legislativo, pues tendría mayor facilidad para tramitar las reformas que prometió en campaña, influir en la conformación del orden del día, determinar qué días se cita a sesión plenaria y, además, conceder o negar el uso de la palabra a los congresistas, importante asunto si se tiene en cuenta la expectativa sobre el totalitarismo sugerido en las toldas petristas. Asimismo, el presidente del Senado tendrá la responsabilidad de engavetar o acelerar los proyectos de Ley, de acuerdo con la agenda del gobierno, así como otorgar prioridad a los debates de control político.
