jueves, marzo 28, 2024
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Colombia: ¿a merced de los bandidos?

Por Álvaro Ramírez González

Ante la indolencia de los colombianos, «la operación pistola» ha asesinado ya a quemarropa a varias decenas de policías. Cada día qué pasa están cayendo asesinados dos o más policías, sobre todo en zonas de influencia coquera. El Clan del Golfo, poderosa organización narcoterrorista, después de la captura y extradición de su jefe máximo, alias Otoniel, ordenó esa operación por todo el país.

Iván Duque es sin duda el presidente que más duro ha combatido a esas organizaciones y más duros golpes le ha dado a los narcos, no solo en la destrucción de sus complejos coqueros, sino en la captura y neutralización de sus poderosos jefes y la incautación de cargamentos de cocaína ya elaborada, en territorio colombiano, en el mar y en los países de destino, producto de operaciones conjuntas. ¿Qué pasará entonces a partir del 7 de agosto?

Los anuncios y el perfil del nuevo gobierno son muy preocupantes. ¿Cómo va a combatir este gobierno al ELN y a las FARC, si ambos grupos narcoterroristas apoyaron a Petro y obligaron en sus zonas de influencia a la población civil a votar por él? Hay evidencias de que el Clan del Golfo, por ejemplo, hizo campaña por Petro en todas sus áreas de influencia. ¿Entonces quién los va a combatir? ¿Un gobierno amigo?

El nombramiento de Iván Velázquez como ministro de Defensa, es una decisión milimétrica y meticulosa que pone al peor enemigo de Álvaro Uribe a manejar las FF AA de Colombia. Extraño eso, después de esa cordial reunión entre Petro y Uribe. Pareciera que Petro muestra una cara amable, conciliadora y diplomática, pero va a gobernar con la otra cara, radical y tenebrosa.

La tercera situación y la más preocupante, a mi juicio, es la clara posición del nuevo gobierno de no perseguir la coca y, por el contrario, buscar su legalización. El propio Gustavo Petro, y sus aliados senadores Gustavo Bolívar y Roy Barreras, han sido muy claros en que esa persecución y lucha contra las drogas que hacen hoy las FF AA, es costosa e infructuosa. «Allá los gringos se la meten por las narices y nosotros ponemos los presos y los muertos», han afirmado en coro los tres.

Y eso puede ser cierto, pero esa decisión del gobierno Petro, va a propiciar la inundación de los cultivos de coca por todo el territorio colombiano. Y naturalmente el montaje de más complejos coqueros, y el dominio por parte de los grupos narcoterroristas de mucho más territorio nacional. Y el aumento geométrico de la violencia y las masacres. Eso es más desinstitucionalización y más caos. Además, van a resurgir con mucha más fuerza la extorsión y el secuestro. Son actuaciones colaterales, delitos conexos al narcoterrorismo.

Y para rematar, la invasión de tierras. Giovany Yule, indígena caucano, directivo del CRIC del Cauca, que estuvo en todos los paros terroristas en la Primera Línea, estará al frente de la Unidad de Restitución de Tierras. Hace pocas horas se iniciaron unos procesos de invasión de tierras cañeras al norte del Cauca, y el propio Petro, aún sin posesionarse, anunció que este asunto lo deberán resolver los indígenas invasores y Asocaña.

¿Pero qué hay detrás de esas invasiones? Definitivamente no es la búsqueda de más tierras para los indígenas cultivar. De hecho, los indígenas, que son el 14 % de la población nacional, son propietarios del 39 % de las tierras cultivables del país. Y en más del 90 % de estas tierras no hay cultivo alguno. Y estas tierras no son las que menciona la nueva ministra de Agricultura, Cecilia López, para volver productivas en cultivos agrícolas. ¡Esas son intocables!

Además, estas tierras no pagan impuestos prediales. Es el gobierno nacional, quien le debe transferir a los municipios el pago por estos prediales. Se trata pues de una toma a la fuerza de la tierra solo como una actuación de poder y fuerza.

Y, para terminar, no quiero imaginar la reacción de los Estados Unidos y la Comunidad Europea, al enterarse que los van a inundar de cocaína, con la complicidad pasiva del nuevo gobierno en Colombia. La reacción natural, es un bloqueo mortal al comercio exterior con Colombia. Y eso es el fin.

Colombia quedará el 7 de agosto a merced de los bandidos. Todas las actuaciones de este gobierno que aún no arranca van en esa dirección. Yo no tengo duda. ¿Y ustedes?

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