La convención que redacta la nueva carta magna de Chile aprobó este miércoles la idea de sustituir el Senado por un órgano alternativo cuyas atribuciones todavía están por definir, la «Cámara de las regiones», uno de los temas más controversiales del proceso constituyente.
Por 104 votos a favor, 42 en contra y 6 abstenciones, la instancia dio luz verde a la idea de crear ese órgano.
Este complementaría a otra cámara, sobre la que aún no se establecen detalles.
Sin embargo, podría ser similar a la actual Cámara de los Diputados.
Según el texto, «la Cámara de las Regiones es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional, encargado de concurrir a la formación de las leyes de acuerdo regional y de ejercer las demás facultades encomendadas por esta Constitución».
No hubo consenso, en cambio, sobre la composición ni sobre el alcance de las leyes de acuerdo regional o del resto de atribuciones del órgano, que en un inicio iban a ser menores a las del actual Senado, pero que ahora deben volver a debatirse en la Comisión de Sistemas Políticos.
La fórmula de la Cámara de las Regiones se adoptó como una vía intermedia para destrabar las enquistadas discusiones entre los constituyentes bicameralistas.
Estos optaban por mantener el sistema actual; y los unicameralistas, partidarios de mantener solo a los diputados.
Tampoco prosperó la idea de modificar la Cámara de los Diputados para convertirla en un «Congreso de los Diputados, deliberativo y plurinacional».
Que además ejercería la potestad legislativa y la labor de fiscalizar al presidente de la república.
Estos son algunos de los temas más espinosos del proceso constituyente, que nació como vía política para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019.
Esta crisis dejó una treintena de fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
En caso de aprobarse en el plebiscito de salida, el 4 de septiembre, la nueva Constitución sustituiría a la actual.
Esta se heredó del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
Además es considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.
