Por Iván Darío Saldarriaga A.
Señor presidente electo Gustavo Petro:
Hoy la vida lo ubicó en una posición donde tiene la oportunidad de modificar la imagen recalcitrante de la izquierda latinoamericana, donde se percibe como generadora de odios, mentiras y rencores que buscan dividir la sociedad entre ricos y pobres, buenos y malos, entre una ideología u otra.
Es el momento de humanizar el capital vía la economía del bien común, donde se neutraliza lo que a mi modo de ver es lo malo que tiene el capital y de generalizar lo social, buscando el bienestar común, de tal forma que se disminuya la desigualdad social sin aumentar la pobreza y aumentando las oportunidades para que todos los ciudadanos contribuyamos al desarrollo.
Usted hoy, si sabe sumar los esfuerzos de todos, independiente de las ideologías, podrá crear un sistema donde se socializa el capital y se capitaliza lo social, obteniendo una sociedad unida, no alrededor de ideologías, llenas de egos, si, alrededor del bienestar lleno de seres en esencia.
Es la oportunidad de capitalizar lo bueno que tiene Colombia, que es mucho, y así empezar a llenar los espacios de lo que hace falta. Es la oportunidad de concentrarse en lo que funciona, reforzándolo para dejar atrás lo que no funciona.
Es la oportunidad de demostrar que los recursos que tiene actualmente el Estado son suficientes para mayor inversión social y crear más oportunidades para todos, si se disminuye la burocracia estatal y la centralización administrativa.
Es la oportunidad de disminuir los costos de operación del senado y cortes, reduciendo el número de congresistas y cortes y los beneficios exagerados que tienen.
Es la oportunidad de buscar el desarrollo desde las regiones, facilitando así la autonomía regional y disminuyendo la corrupción.
Es la oportunidad de socializar el Estado y capitalizar los territorios para tener regiones socializadas y estado capitalizado.
El mundo de hoy no divide: integra y asocia y si se entiende esto, usted se puede volver un líder latinoamericano que ha sabido integrar, si se quiere, las ideologías divergentes en acciones convergentes en el bien común.
Espero que esta carta abierta sea de utilidad para esta situación que estamos viviendo, donde un poco más de la mitad de los colombianos está contenta con su elección y casi la otra mitad está con temores y miedos y hasta con intenciones de abandonar el barco, debilitándonos a todos.
