Unos 9.000 migrantes de Honduras esperan llegar a Estados Unidos para escapar de la pobreza intensificada por los huracanes y la pandemia. El presidente electo Joe Biden se ha comprometido a flexibilizar las reglas de asilo.
Miles de migrantes de Honduras han ingresado a Guatemala y planean continuar hacia el norte hacia Estados Unidos, lo que podría representar una prueba temprana de las políticas de inmigración del presidente electo Joseph R. Biden Jr., quien se ha comprometido a aliviar las restricciones de asilo de la administración Trump.
Después de que unos cientos de personas pudieron pasar a la policía fronteriza el viernes, miles más ingresaron a Guatemala el sábado. Las autoridades han dicho que entre 7.000 y 9.000 personas ingresaron al país, muchas de ellas sin pasar por los controles de coronavirus.
El gobierno de Guatemala dijo que “lamenta esta violación a la soberanía nacional y hace un llamado a los gobiernos centroamericanos para que tomen acciones para evitar poner a sus habitantes, así como a las comunidades por las que pasan estas personas, en riesgo ante la pandemia”.
Se espera que los migrantes enfrenten obstáculos continuos a lo largo de su ruta. Las autoridades guatemaltecas establecieron puestos decontrol, bloquearon partes de la caravana no lejos de donde ingresó a Guatemala y pudieron comenzar a devolver a algunos de los migrantes a casa en autobús, informó The Associated Press.
Las autoridades mexicanas han enviado tropas adicionales y oficialesde inmigración a lo largo de la frontera sur del país en previsión de la caravana.
“En nuestro territorio nacional, tenemos que garantizar una migración ordenada, segura y regular, con respeto a los derechos humanos y las políticas humanitarias”, dijo este viernes Francisco Garduño Yáñez, titular del Instituto Nacional de Migración de México.
Los miembros del grupo dijeron a los periodistas que se vieron obligados a escapar del crimen, la pobreza y la falta de vivienda exacerbados por la pandemia y dos huracanes a fines del año pasado.
“No tenemos nada que alimentar a nuestros hijos, y miles de nosotros nos quedamos durmiendo en las calles”, dijo a la agencia de noticias Reuters María Jesús Paz, madre de cuatro hijos. Dijo que su familia había perdido su hogar en las tormentas, lo que los obligó a huir.
“Por eso tomamos esta decisión, aunque sabemos que el viaje podría costarnos la vida”, agregó.
Los huracanes consecutivos que azotaron a Centroamérica en noviembre “destruyeron los medios de vida en una región que ya enfrentaba una crisis económica y donde los ingresos de miles de familias ya se habían reducido seriamente debido a la pandemia”, el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo el sábado.
La administración Trump hizo una serie de acuerdos con México y países centroamericanos para impedir que los migrantes lleguen a Estados Unidos. Mark Morgan, el comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza, dijo el sábado que Guatemala continuaba haciendo cumplir ese acuerdo.
“Guatemala continúa apoyando la alianza regional comprometida con la migración segura, ordenada y legal y con la protección de la salud pública durante la pandemia mundial”, dijo Morgan en Twitter. La agencia de inmigración de Guatemala “ya está regresando a los miembros de la caravana a Honduras después de que ingresaron ilegalmente a Guatemala”.
Durante la campaña presidencial, Biden dijo que actuaría rápidamente para deshacer las restricciones más estrictas al asilo promulgadas por la administración Trump, que descalificaban a las personas que no buscaban protección en su camino a Estados Unidos y obligaban a los solicitantes de asilo a esperar en México. .
En su primer día en el cargo, Biden planea solicitar al Congreso una amplia reforma de las leyes de inmigración. Esa propuesta, que se dará a conocer el miércoles, incluye un camino hacia la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados que ahora viven en Estados Unidos, ayuda para las economías centroamericanas dañadas y planes para ayudar a las personas que huyen de la violencia.
El mes pasado, Biden, en un esfuerzo por evitar las prisas por la frontera, advirtió que los cambios en la política de inmigración no podrían implementarse inmediatamente después de que asuma el cargo y que su administración necesitaría “probablemente los próximos seis meses” para desarrollarse. una “política más humana” para procesar a los migrantes.
Vía NYT
