Canadá acogerá a jueces afganas y sus familias que han estado viviendo en el limbo, principalmente en Grecia, desde su evacuación de Afganistán en el otoño, dijo el viernes un portavoz del ministro de inmigración.
Además de los jueces y sus familias, un grupo de unas 230 personas, Canadá también reasentará a un número no especificado de afganos de las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer que habían sido remitidos por una organización de ayuda externa, la dijo el portavoz.
Se espera que lleguen a Canadá el próximo año, pero no hay una fecha firme.
Canadá ha prometido reasentar a 40.000 refugiados afganos, pero no tiene un plazo para hacerlo. Desde que los talibanes tomaron el control del país después de la retirada de las tropas estadounidenses en agosto, Canadá ha reasentado a 3.915 afganos con conexiones con el gobierno canadiense y otros 2.535 por motivos humanitarios, según cifras del gobierno.
Las mujeres afganas lograron grandes avances en las dos décadas transcurridas desde que los talibanes gobernaron el país por última vez entre 1996 y 2001, uniéndose a bastiones que antes eran exclusivamente masculinos, como el poder judicial, los medios de comunicación y la política.
“Todos los logros de 20 años volvieron a cero en un abrir y cerrar de ojos”, dijo Freshta Masoni, una jueza de la corte de familia que se encuentra en Atenas con sus hijas pequeñas.
Desde que regresó al poder, los talibanes se comprometieron a proteger los derechos de las mujeres de acuerdo con la ley islámica, anunciando una “amnistía” general para todos los ex trabajadores estatales. Pero los defensores temen un retroceso cuando a las mujeres no se les permitió trabajar y a las niñas se les prohibió la escuela.
Incluso si pueden salir del país, los solicitantes de asilo afganos pueden enfrentar años de espera en medio de retrasos y retrasos logísticos. Los países occidentales suelen reasentar a los refugiados remitidos por la agencia de la ONU para los refugiados, que tiene una capacidad limitada para procesar solicitudes de reasentamiento.
“El mayor cuello de botella es el problema de que los socios de referencia en la región no han podido aumentar la capacidad”, dijo a Reuters el ministro de inmigración de Canadá, Sean Fraser, a principios de este mes. “Estos desafíos tomarán un poco de tiempo para resolverse”.
La situación de los refugiados en Afganistán es diferente de la crisis de los refugiados sirios que galvanizó al mundo hace varios años, dicen funcionarios y defensores de la agencia de la ONU para los refugiados.
A diferencia de Siria, la crisis afgana se intensificó rápidamente durante una pandemia mundial y muchos enfrentan dificultades para salir del país. Aquellos que se van se enfrentan a esperas adicionales, a menudo en países con poca capacidad para apoyarlos.
Algunas de las jueces, que han estado viviendo en Grecia desde octubre, dijeron a Reuters que no tenían cobertura médica debido a su estatus de visa temporal.
Los defensores han pedido a los países que reubiquen a los afganos sin requerir una designación del ACNUR u otras ONG, un paso al que Canadá ha señalado que está abierto.
