El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo el jueves que el ministro de Salud estaba preparando una medida para dejar de exigir máscaras faciales a las personas vacunadas contra el coronavirus o infectadas previamente.
Bolsonaro, que se ha opuesto a los encierros y al distanciamiento social a pesar de que su país tiene el segundo brote de coronavirus más mortífero, dijo en un discurso que las cuarentenas deberían ser solo para las personas infectadas.
“Son útiles para las personas que están infectadas”, dijo, y agregó: “Las cuarentenas son para quienes están infectados”.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo que Bolsonaro le pidió un estudio sobre el uso de máscaras en Brasil.
Sin embargo, el ministro testificó esta semana ante una comisión de investigación del Senado que se deben usar máscaras para evitar la transmisión. También contradijo a Bolsonaro sobre el uso de hidroxicloroquina, diciendo que no había evidencia de que el medicamento contra la malaria sea eficaz para tratar a los pacientes con COVID-19.
En una transmisión semanal por Internet a sus partidarios, Bolsonaro defendió el uso de cloroquina y dijo que había ayudado a reducir las muertes por COVID-19 en Brasil, que sostuvo que se han reportado en exceso al incluir muertes causadas por otras enfermedades.
Más de 480.000 brasileños han muerto a causa del COVID-19, la segunda peor cifra de muertos fuera de Estados Unidos.
Mientras tanto, el programa de vacunación de Brasil ha tardado en despegar y la investigación del Senado está investigando si Bolsonaro, un escéptico de las vacunas, retrasó deliberadamente la obtención de suministros oportunos.
Solo el 23,6% de la población de Brasil ha recibido una primera dosis y solo el 10,2% ha sido completamente vacunado con dos dosis, según datos del Ministerio de Salud.
