Cientos de fanáticos se congregaron a las afueras del cementerio Campos de Paz, sobre la avenida la 80 en Medellín generando incluso problemas de movilidad en el sector al bloquear la importante vía. Allí esperaron la llegada de la carroza fúnebre y comenzaron a cantar el éxito del cantante antioqueño “Nadie es eterno en el mundo” al paso del vehículo.
El cuerpo de Darío Gómez fue sepultado bajo la estatua “El hombre en busca de paz” donde están algunos de los personajes más destacados del mundo antioqueño, como el artistas Jorge Marín Vieco, quien es además el autor de la escultura que data de hace más de 40 años.
La policía militar fue la encargada de rendir honores al artista fallecido y acompañar el cuerpo en calle de honor hasta su lugar de sepultura. La ceremonia al interior del camposanto se llevó a cabo de manera privada, como la familia lo determinó en los preparativos de la misma.
Daniela, la nieta del artista fue la encargada de decir las palabras de despedida para “El Rey del Despecho”, y en medio de su discurso rompió en llanto. Ella lleva el mismo nombre que una de las hijas del artistas que falleció a los 24 años en medio de un enfrentamiento de combos en la ciudad de Medellín.
