Por : Álvaro Ramírez González
El sistema público de pensiones de Francia está colapsado hace muchos años y eso no es noticia nueva.
Desde entonces, le ha tocado al presupuesto general de la nación Gala, cubrir con una descomunal suma, ese déficit en el sistema pensional, para no dejar a los millones de viejos pensionados franceses sin su mesada, de la cual viven.
El otro problema que tiene colapsado el sistema pensional francés «de pilares», donde son los jóvenes que pagan su cuota pensional, los que sostienen a los viejos que cobran, pero ya no aportan, es que los jóvenes se están acabando.
Francia se ha envejecido y claramente no hay pues, una generación nueva de aportantes que sostengan a esa generación retirada de no aportantes, pero que si cobran su mesada.
El sistema de «pilares» , funciona siempre y cuando llegue muy puntual una generación de jóvenes que aporten al sistema su ahorro, pero no cobren, para poder mantener a un batallón de viejos pensionados que cobran pero ya no aportan.
Le ha tocado entonces a todos los franceses, vía presupuesto nacional, destinar una muy gruesa suma de dinero, para evitar un colapso pensional.
Pero las finanzas francesas ya no son capaces de seguir cubriendo este déficit tan descomunal.
El presidente Emanuel Macron ha tenido que tomar por vía administrativa la dura e impopular decisión, de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años de edad, intentando así, mitigar el voluminoso déficit pensional que golpea las finanzas francesas.
Y ahí fue Troya.
La discusión jurídica es muy larga por que los sindicatos argumentan que una decisión de este tamaño, la ha debido tramitar y tomar el congreso.
Pero Macron, advertido de la aplastante impopularidad de esa medida, decidió asumir El solo, el costo político, y lo hizo por decreto presidencial, apoyado en una ley que, en ciertas circunstancias, se lo permite.
De todos modos, los poderosos sindicatos obreros y sectoriales franceses están todos en huelga y en la calle, quemando, bloqueando y destruyendo el país.
¡Francia está en caos, en paro y en llamas!
No hay a la vista una concertación posible entre gobierno y trabajadores, y no parece viable que la haya.
Francia ya no puede más pagar esas mesadas.
Y la nueva generación, base del sistema de pilares, sencillamente no apareció.
El fenómeno colombiano es muy parecido, pero más prematuro.
El presupuesto general de Colombia, debe aportar cada año y desde hace 30 años que desapareció el Seguro Social una muy gruesa suma para cubrir ese déficit, en Colpensiones.
La nueva generación que va a sostener el sistema de pilares se empieza a agotar.
¡Se agota aceleradamente!
Pero los Fondos de ahorro privado, son un actor muy eficiente en el manejo de los ahorros pensiónales y tienen ya 250 mil pensionados a su cargo y 18 millones de empleados que ahorran juiciosamente para su jubilación.
Y un staff de profesionales expertos en manejo de inversiones por todo el mundo, que consiguen rentabilidades brutas hasta del 14% anual.
Estos fondos no dependen del sistema de pilares, sino que le devuelven mes a mes, al empleado- ahorrador ya pensionado, su propio dinero aumentado con una parte de los rendimientos financieros de esos ahorros, durante el tiempo que ahorró.
Algo mucho más sólido y totalmente sostenible en el tiempo.
Además, blindado contra la corrupción estatal.
Hasta que llegó Petro a intentar desbaratar esos fondos para que esos dineros y ese ahorro, se vaya al hueco sin fondo del Estado, que en Colombia se llamaba el Seguro Social, y se lo robaron todo.
Petro con su terquedad dogmática y su odio por los empresarios, va a tirar a los pensionados al mismo hueco sin fondo y quebrado de Francia.
Atención ahorradores y pensionados.
Despierten.
¿O están preparados para una vejez con hambre?
