El debate sobre una posible reelección del presidente Gustavo Petro sigue generando tensiones en el panorama político colombiano. Este 21 de noviembre, Antonio Navarro Wolff, líder del Movimiento Progresista, reveló que recibió una propuesta para apoyar esta iniciativa.
Wolff respondió de manera tajante: “No estoy de acuerdo”. El pronunciamiento fue realizado a través de su cuenta en X, antes conocida como Twitter, donde Navarro expresó:
«Me escriben por WhatsApp proponiendo la reelección del Presidente. No estoy de acuerdo”.
Petro niega buscar la reelección
A pesar de los rumores que circulan en distintos sectores, el presidente Gustavo Petro fue enfático el pasado 18 de noviembre en desmentir cualquier intención de reelegirse. En su cuenta oficial de X, aseguró que su gobierno no promoverá ni apoyará reformas que permitan una extensión de su mandato.
“El Gobierno Nacional no presenta ni apoya ninguna fórmula de reelección. El 7 de agosto me iré contento del Palacio, bastante contento si he reducido la pobreza en Colombia”, afirmó Petro.
Además, el mandatario aprovechó para abordar otros rumores que lo vinculaban con la expectativa de un hijo, los cuales calificó como absurdos, señalando que se sometió a una vasectomía hace 14 años.
El tema de la reelección presidencial en Colombia es un terreno sensible, especialmente después de los antecedentes con Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos. Aunque la Constitución actual no permite la reelección inmediata, el simple hecho de que se plantee esta posibilidad genera inquietud en la oposición y en algunos sectores aliados del gobierno.
Navarro y la postura progresista
El rechazo de Navarro Wolff a la propuesta de reelección no solo resalta las divisiones internas dentro del progresismo, sino que también pone en evidencia las diferencias de opinión sobre la continuidad en el poder. Aunque Navarro y Petro comparten un pasado político cercano, la declaración del líder progresista marca una clara distancia frente a esta polémica idea.
Con el mandato de Petro fijado hasta el 7 de agosto de 2026, el tiempo será el encargado de confirmar si estas declaraciones se alinean con la realidad o si, por el contrario, surgen movimientos que intenten modificar las reglas del juego.
