viernes, abril 18, 2025
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(ANÁLISIS) El puente festivo y la maniobra gubernamental para aumento de combustibles

En medio del fin de semana que coincide con puente festivo, el Gobierno Nacional ha ejecutado una estrategia que ha despertado inquietudes y molestias en el sector del transporte y en la ciudadanía, pues la mayoría está distraída en su tiempo de descanso. La medida consiste en el incremento en los precios de la gasolina y el diésel, que se registran en 74 y 75 pesos respectivamente, justo en el momento en que la movilidad se intensifica.

Esta decisión se enmarca en la política de ajustes fijados mediante la resolución 40193 de 2021 y en la circular de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), que fundamenta el aumento en el valor del ingreso al productor o importador de combustibles, además de los biocombustibles destinados a la mezcla con fósiles.

Contexto y antecedentes

Durante los meses previos, el incremento de precios en los combustibles ha sido un tema recurrente en Colombia. Las autoridades han venido ajustando tarifas en función de variables como los costos de producción, importación y las políticas de fijación de precios definidas conjuntamente por los ministerios de Hacienda, Crédito Público, y de Minas y Energía.

En esta ocasión, la medida se adopta en un contexto de alta movilidad, aprovechando el puente festivo para ejecutar el aumento cuando la demanda es máxima. Esta decisión ha generado debates sobre el momento oportuno para incrementar los precios, considerando que la afluencia masiva de personas durante estos días podría agravar las repercusiones económicas en los hogares y en la cadena de distribución; pero más allá por el evidente incumplimiento del Gobierno a los acuerdos a los que había llegado con el sector transportador.

Paralelamente, la administración señala que ha reactivado y reiterado los acuerdos con los transportadores, quienes juegan un papel crucial en la cadena de suministro de combustibles y en la logística de distribución nacional, en un contrapunteo entre quienes dicen sentirse engañados y un gobierno que dice que sí está cumpliendo a su manera.

según el gobierno los acuerdos buscan compensar, en cierta medida, las repercusiones derivadas del incremento en los precios, al asegurar la continuidad y la estabilidad en el servicio de transporte de combustibles, pese a la presión que implica una mayor movilización de vehículos en un periodo festivo, mientras que los transportistas dicen que el gobierno se había comprima no más aumentos.

Impacto en las principales ciudades

El aumento tarifario se refleja de manera diferenciada en las principales ciudades del país, donde se han registrado los siguientes precios:

• Bogotá: Gasolina Motor Corriente: $16.259, ACPM: $10.842

• Medellín: Gasolina Motor Corriente: $16.182, ACPM: $10.864

• Cali: Gasolina Motor Corriente: $16.268, ACPM: $10.983

• Barranquilla: Gasolina Motor Corriente: $15.904, ACPM: $10.527

• Cartagena: Gasolina Motor Corriente: $15.862, ACPM: $10.493

• Montería: Gasolina Motor Corriente: $16.112, ACPM: $10.743

• Bucaramanga: Gasolina Motor Corriente: $16.023, ACPM: $10.597

• Villavicencio: Gasolina Motor Corriente: $16.359, ACPM: $10.942

• Pereira: Gasolina Motor Corriente: $16.207, ACPM: $10.925

• Manizales: Gasolina Motor Corriente: $16.234, ACPM: $10.911

• Ibagué: Gasolina Motor Corriente: $16.177, ACPM: $10.833

• Pasto: Gasolina Motor Corriente: $13.921, ACPM: $9.809

• Cúcuta: Gasolina Motor Corriente: $14.240, ACPM: $8.503

El precio promedio en las 13 ciudades principales se sitúa en aproximadamente $15.827 para la gasolina y $10.536 para el ACPM. Estos valores, publicados por la Creg, evidencian la uniformidad del ajuste a lo largo del territorio, sin dejar de lado las particularidades del mercado en cada región, lo que demuestra un impacto nacional.

En Colombia los dolientes de los elevados precios son las organizaciones de transporte para el ACPM y los gremios de taxis para gasolina, ante la falta de organizaciones de usuarios particulares que sienten el incremento en sus bolsillos; en este sentido se espera que al finalizar el puente festivo, este martes se tengan los pronunciamientos de las organizaciones que no descartan manifestaciones, protestas y paros.

Análisis y perspectivas

El momento elegido para el incremento —durante un puente festivo— ha generado críticas y análisis por parte de expertos económicos y representantes del sector transporte consultados por IFMNOTICIAS. Algunos sostienen que, al coincidir con un periodo de alta movilidad y consumo, la medida podría ejercer presión adicional sobre los bolsillos de los colombianos, en especial aquellos que dependen del transporte privado y público para sus actividades diarias.

Además, el hecho de que el gobierno haya esperado esta coyuntura para aplicar el aumento apunta a una estrategia deliberada que, si bien se enmarca en la normativa vigente, puede interpretarse como un intento de ajustar los precios en el momento de mayor demanda. También indican que es una estrategia para “hacer caja” previo a los días santos ante la llegada próxima de la Semana Santa .

Por otra parte, señalan que engañar sobre los acuerdos a los transportadores, se hace como estrategia con la que el Gobierno dice mitigar el impacto en la distribución de combustibles, garantizando que, a pesar del incremento, se busca que se mantenga un servicio continuo y de calidad en la cadena logística.

Es así como el Gobierno hace creer que esta alza es un respaldo a los transportadores y que es fundamental para evitar interrupciones en el suministro y para asegurar que la economía del sector no se vea comprometida, especialmente en un contexto en el que la movilidad es crucial para el funcionamiento de diversos sectores económicos; creando una narrativa en donde el alza y el incumplimiento a los acuerdos a los transportistas es “un beneficio”.

La decisión de aumentar los precios de los combustibles durante un puente festivo refleja la complejidad de equilibrar necesidades financieras del Estado con las repercusiones sociales y económicas que afectan a la población. Mientras los acuerdos con transportadores se vulneran, el gobierno los muestra como un respaldo al sector para sostener el sistema de distribución. La medida invita a un análisis profundo sobre las políticas energéticas y la forma en que se toman decisiones en momentos de alta demanda. El martes será clave para conocer la interpretación de los sectores afectados.

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