En medio de las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre la posibilidad de renegociar el Capítulo 10 del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia) ha emitido un llamado a la cautela. Según el gremio, los ajustes al acuerdo comercial no necesariamente requieren su renegociación, ya que el tratado incluye mecanismos específicos para realizar modificaciones sin reabrir el texto completo.
Los riesgos de una renegociación
El Capítulo 10 del TLC, en el que se establece la protección y promoción de la inversión extranjera, es una de las disposiciones más sensibles del acuerdo. Este capítulo regula aspectos clave como el trato “justo y equitativo”, los mecanismos de solución de controversias y las excepciones relacionadas con la seguridad nacional. Cambiar estas normas podría impactar negativamente la percepción de Colombia como un destino confiable para la inversión.
AmCham Colombia subrayó que una renegociación implica un proceso bilateral en el que ambas partes, Colombia y Estados Unidos, pueden presentar solicitudes de modificación. Esto abre la posibilidad de que temas no previstos por Colombia sean incluidos en las discusiones, lo que podría tener consecuencias adversas para sectores estratégicos del país.
Además, cualquier cambio significativo requeriría la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Este proceso podría ser largo, incluir debates legislativos complejos y llevar a modificaciones adicionales en el texto renegociado, prolongando la incertidumbre para las relaciones comerciales.
Mecanismos de ajuste dentro del TLC
El TLC entre Colombia y Estados Unidos ya contempla mecanismos de ajuste que permiten realizar modificaciones sin necesidad de renegociar todo el tratado. Estos mecanismos están diseñados para abordar necesidades específicas, siempre y cuando exista consenso entre las partes.
AmCham Colombia sugirió que el camino más adecuado es utilizar la comisión administradora del acuerdo comercial, una instancia diplomática que permite revisar y ajustar disposiciones del tratado. Este enfoque asegura que los cambios se realicen respetando las normas internacionales y manteniendo relaciones comerciales sólidas entre ambos países.
Impacto en la inversión extranjera
Colombia ha trabajado durante años para posicionarse como un destino atractivo para la inversión extranjera. Modificar las protecciones del Capítulo 10 sin un análisis exhaustivo podría debilitar la confianza de los inversionistas, afectando sectores clave como infraestructura, energía y tecnología. AmCham Colombia insistió en que cualquier decisión debe tomar en cuenta este factor, ya que la inversión extranjera es un motor esencial para el crecimiento económico y el empleo en el país.
La diplomacia como herramienta clave
La Cámara Colombo Americana hizo un llamado al Gobierno Nacional para que priorice la diplomacia como la vía principal para abordar las necesidades del país dentro del marco del TLC. Esto permitiría avanzar en ajustes que beneficien a Colombia sin poner en riesgo las relaciones comerciales con Estados Unidos, su principal socioeconómico.
El tratado ha sido una pieza fundamental para fortalecer el comercio bilateral y fomentar el intercambio de bienes y servicios entre ambas naciones. Cualquier modificación debe garantizar que estos beneficios se mantengan, evitando impactos negativos en la competitividad de Colombia.