En uno de los momentos más delicados para el régimen de Nicolás Maduro desde 2019, la comunidad internacional observa con creciente inquietud los acontecimientos que se desarrollan en torno a Caracas. Declaraciones recientes del presidente estadounidense Donald Trump, movimientos diplomáticos, reportes de medios norteamericanos y tendencias globales en redes sociales han conformado un escenario que mezcla hechos confirmados con informaciones aún no verificadas, entre los medios de comunicación formales y la información que circula en redes sociales; lo que incrementa la sensación de inestabilidad en Venezuela.
Durante las últimas 48 horas, se generó un intenso debate internacional a raíz de una interpretación periodística atribuida a The Wall Street Journal. Según diversas cadenas de análisis geopolítico, el prestigioso diario económico habría señalado que, en su punto más crítico de tensión con Washington, el régimen venezolano habría perdido el respaldo activo de sus socios estratégicos, particularmente Rusia, China e Irán. Aunque no existe aún publicación oficial del WSJ con esa frase literal, expertos citados por medios norteamericanos sostienen que ninguno de esos países está dispuesto a intervenir militarmente en defensa del gobierno de Maduro frente a una eventual acción de Estados Unidos. Todo surge mas de los analistas invitados por los medios formales que de los hechos comprobados de manera oficial.
En paralelo, hay hechos verificados que también han reforzado la percepción de aislamiento. La única aerolínea rusa que mantenía vuelos comerciales a Caracas suspendió recientemente su operación hacia Venezuela, medida confirmada por portales de aviación civil y agencias de transporte aéreo. Aunque Moscú no ha emitido un comunicado explicando la decisión, fuentes diplomáticas señalaron que la suspensión coincidió con alertas de seguridad emitidas por Washington para el espacio aéreo venezolano.
Evacuaciones rusas y silencio chino, lo que está confirmado y lo que permanece en duda
Durante el fin de semana circularon informaciones en medios alternativos y redes sociales sobre un presunto llamado del gobierno ruso a sus ciudadanos residentes en Venezuela para abandonar el país. Según dichas versiones, Rusia habría desplegado aviones para facilitar una evacuación. Sin embargo, hasta el momento de esta publicación no existe un comunicado oficial del Ministerio de Exteriores ruso que confirme esa instrucción. Lo que sí está verificado es que varias embajadas europeas han comenzado a revisar sus protocolos de contingencia, una práctica habitual en períodos de tensión elevada y a evacuar sus embajadas.
En el caso de China, el gobierno de Pekín guarda silencio respecto a un eventual alineamiento con Caracas. Expertos en relaciones internacionales consultados en medios globales han explicado que, pese a su histórica retórica antiestadounidense, Pekín no suele comprometerse militarmente en escenarios donde no tiene intereses estratégicos directos. La inversión china en Venezuela, basada principalmente en acuerdos energéticos, estaría hoy más orientada a su recuperación diplomática con Estados Unidos tras largos periodos de tensión comercial. De ahí que analistas consideren improbable que China respalde a Maduro con acciones concretas.
Lo que sí está claro es que ninguno de los socios tradicionales del régimen ha condenado de forma explícita las advertencias del presidente estadounidense. La ausencia de respaldo público alimenta la percepción de que Maduro atraviesa la fase más solitaria de su relación internacional.
Diálogo telefónico entre Trump y Maduro. Hechos confirmados y propuestas no verificadas
El presidente Donald Trump confirmó públicamente que sostuvo una conversación telefónica con Nicolás Maduro durante la semana pasada, un dato verificado por cadenas de noticias estadounidenses. Sin embargo, el contenido exacto de la llamada no ha sido divulgado oficialmente por la Casa Blanca ni por el Palacio de Miraflores.
Medios norteamericanos, citando fuentes anónimas, han informado que el mandatario venezolano habría presentado propuestas para acordar una transición de 18 meses, acompañada de garantías de inmunidad y facilidades para una salida negociada. Estas versiones no cuentan con confirmación documental, pero son consistentes con la presión diplomática que Washington ha ejercido en los últimos meses.
Trump, por su parte, declaró a periodistas que no estaba seguro de si la llamada había terminado “bien o mal”, y añadió que la única salida real para Maduro sería abandonar Venezuela. El presidente estadounidense mencionó a Rusia como posible destino, aun cuando no existe información confirmada que indique que Moscú esté dispuesto a recibirlo.
El matiz de incertidumbre en torno a esa conversación ha estimulado múltiples interpretaciones. Pero el hecho más relevante, y completamente verificado, es que la administración Trump mantiene la posición de que el régimen venezolano representa una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos debido a su relación con carteles internacionales.
Durante el fin de semana, circuló la versión sobre la presunta salida de Nicolás Maduro hacia Brasil, mientras que varios funcionarios estarían buscando la manera de salir de Venezuela. Otras versiones daban cuenta de que Maduro se encontraba escondido en un búnker debajo de las pistas del aeropuerto de Maiquetía.
El creciente aislamiento y la postura de los aliados: versiones encontradas
La prensa internacional ha señalado que ni Rusia ni China tendrían intención de intervenir en un conflicto militar que involucre a Venezuela y Estados Unidos. Reuters, AP y otros medios han descrito durante meses la disminución progresiva de la presencia rusa en Venezuela, especialmente en áreas de cooperación militar, energética y logística. Aunque Moscú ha mantenido canales diplomáticos con Caracas, no existen señales de preparación militar para respaldar a Maduro en un eventual choque con Washington.
En el caso iraní, su apoyo ha sido principalmente simbólico y político, con visitas protocolares y acuerdos comerciales que no implican compromisos de defensa. Especialistas en Oriente Medio entrevistados por cadenas internacionales afirman que Teherán difícilmente abriría un frente militar fuera de su área de influencia.
En este contexto, analistas consultados en las últimas horas coinciden en que Maduro podría estar enfrentando su mayor aislamiento estratégico desde que asumió el poder en 2013. La decisión rusa de suspender vuelos y la ausencia de gestos contundentes de Pekín consolidan la idea de que Venezuela afronta sola la tensión creciente.
Colombia como escenario de negociación y la oferta de Petro
Ante el ambiente incierto, el presidente colombiano Gustavo Petro reiteró su apoyo político a Nicolás Maduro y aseguró que Colombia está dispuesta a facilitar espacios de diálogo entre Caracas y Washington. Petro propuso la ciudad de Cartagena como sede para un eventual encuentro entre ambos mandatarios, una iniciativa que no ha sido respondida públicamente por la administración Trump.
El respaldo colombiano al régimen venezolano contrasta con la postura de la mayoría de gobiernos del hemisferio, que han mantenido distancia o han expresado preocupación por el riesgo de una escalada militar.
La propuesta de Petro aparece en medio de un clima regional marcado por la cautela. Ningún país del continente ha anunciado preparación militar o movimiento de tropas en reacción a la tensión, pero varias cancillerías monitorean la situación en silencio.
En las últimas horas, el espacio aéreo venezolano solo ha tenido presencia de las aerolíneas locales, Lasser y Venezolana, algunos aviones privados y un avión de carga HK5447 de Aerosucre, aerolínea colombiana que partió de Caracas sobre las 11:30 de la mañana de hoy lunes con destino a Bogotá y un avión de Wingo con matrícula panameña pero de operación colombiana.
Incertidumbre total en la región mientras la crisis entra en un punto crítico
América Latina amanece hoy dividida entre hechos verificados, movimientos diplomáticos silenciosos y un volumen considerable de rumores que circulan en redes sociales sin respaldo oficial. La suspensión de vuelos rusos, la falta de alineamiento militar de los aliados tradicionales de Maduro, la confirmación del diálogo telefónico con Trump y la presión estadounidense sobre el régimen configuran un escenario sin precedentes en los últimos diez años.
A esto se suma la percepción de que el gobierno de Caracas enfrenta un aislamiento creciente, justo cuando Estados Unidos mantiene un despliegue ampliado en el Caribe y una postura más dura frente al narcotráfico regional.
Si bien no existen indicios oficiales de una acción militar inminente, la combinación de advertencias presidenciales, movimientos diplomáticos y versiones sin confirmar ha generado una enorme expectativa internacional. Cada señal es interpretada en clave de crisis, y cada silencio agranda la sensación de que el desenlace podría estar próximo.
Por ahora, Venezuela se encuentra bajo el escrutinio más intenso de la comunidad internacional desde 2019. Y en medio del vacío de apoyo externo, el régimen de Maduro enfrenta el momento más incierto de su permanencia en el poder.








