Por Carlos Echavarría
El gobierno alemán está en conversaciones con el gobierno de Namibia, para pagar una compensación debido al genocidio que realizó entre los años 1904 y 1908 de las comunidades rebeldes, los herero y los nama, cuando Namibia era una colonia alemana de África del suroeste.
La base de la demanda parte de una orden dada por el comandante de las fuerzas coloniales, el general Lothar Von Trotha en 1904, “cualquier herero que se encuentre dentro de la frontera alemana, con o sin arma, se ejecutará”; Esa fue la reacción del comandante después de que los hereros, quienes se revelaron en contra del dominio alemán en 1904, habían asesinado a 120 colonos alemanes.
El levantamiento terminó en la Batalla de Waterberg con victoria aplastante de la fuerza colonial.
El nivel de exterminio fue tal, que se declaró la matanza de las comunidades herero y nama, como el primer genocidio del siglo XX en el mundo. Según estimaciones, de los 80.000 hereros solo sobrevivieron 15.000 y de los 20.000 nama sobrevivieron 10.000.
En el 2005, Alemania reconoció formalmente que las atrocidades cometidas podían ser tipificadas de genocidio, incluso que presentará una disculpa formal, que a la fecha no se ha redactado.
Laidlaw Peringanda, un descendiente herero, pide que se llegue a un acuerdo financiero masivo, para compensar las pérdidas de territorio y de ganado y de esa forma poder comprar o expropiar las granjas que se le entregaron a los colonos alemanes. También pide que Alemania financie un programa de reforma agraria. Una clara muestra de las intenciones de los descendientes hereros y nama, una población muy pobre que pide que les entreguen lo que ellos creen que les pertenece, además, que les financien los sistemas de producción agraria.
Por más loco que parezcan las peticiones, el jefe negociador de Namibia, Zed Ngavirue, dice que el gobierno alemán, “ha reconocido que necesita hacer algo para ayudarnos a reconstruir nuestra sociedad” y accedió a financiar la compra de las tierras que los propietarios actuales deseen vender.
La situación es tan descabellada, que después de la primera guerra mundial, en donde Alemania fue derrotada, el control de Namibia pasó a ser de Sudáfrica por 72 años, logrando la independencia solo en el año 1990, lo que hace imposible responsabilizar a Alemania del subdesarrollo del país.
Los líderes herero y nana, piden que sean incluidos en las negociaciones y no solamente con el gobierno de Namibia, argumentando que la reparación que pueden obtener de los alemanes, sea destinada a otras comunidades y no solo a los afectados por el genocidio. El asesor de los hereros, Festus Mondjuua, dice, “el gobierno quiere poner sus manos en el dinero” y allí se resume todo.
El problema principal de la negociación, es que Alemania está abriendo las puertas, para que todos los Estados que alguna vez fueron colonias, pidan compensación por las atrocidades que se efectuaron muchos años atrás. Incluso Colombia siendo el caso, podría pedir que sea resarcida por los abusos de los españoles durante la conquista y posteriormente durante la colonia, obligando a las generaciones actuales y futuras, a pagar por actos que se cometieron hace 100, 200 o 500 años. Un exabrupto que el mundo no puede permitir si realmente queremos vivir dentro de una aldea global.
