La excongresista Aida Merlano fue sentenciada a 42 meses y un día de prisión por su escape el pasado 1 de octubre de 2019, después de que la juez 18 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá aprobara el preacuerdo suscrito entre su defensa y la Fiscalía.
La decisión se formalizó durante una diligencia judicial en la que también se negó su solicitud de prisión domiciliaria. En su intervención, Merlano aceptó el delito de fuga de presos y ofreció disculpas públicas por los hechos que la llevaron a estar privada de la libertad.
Relató las condiciones en las que permaneció durante los últimos años, incluida su reclusión en Venezuela, y afirmó que el arrepentimiento al que se refirió está relacionado con los delitos previos que originaron su condena inicial, más no con la evasión que protagonizó. La excongresista señaló que, pese a aceptar su responsabilidad, solicitaba que cesaran los señalamientos en su contra.
La juez, al resolver sobre la petición de detención domiciliaria, sostuvo que Merlano es una persona que ha vulnerado la ley de manera reiterada. La excongresista cuenta con otras dos condenas proferidas por la Corte Suprema de Justicia, una por superar los topes de gastos electorales y otra por compra de votos, lo que fue tenido en cuenta para negar la medida.
El fallo incluyó la lectura formal del sentido de condena, en la que se reiteró que el proceso se ajustó a lo previsto en el Código Penal y en el Código de Procedimiento Penal. La fuga, recordada por la forma en que fue ejecutada desde un consultorio odontológico en el norte de Bogotá, se mantiene como uno de los episodios más mencionados en la historia reciente del sistema judicial colombiano.
El caso también generó otras investigaciones que avanzan en paralelo. La Corte Suprema de Justicia fijó para el 11 de diciembre la audiencia de sustentación de casación dentro del proceso contra Aida Victoria Merlano, investigada por su presunta participación en la planificación de la fuga de su madre. En esta fase, el alto tribunal evaluará los argumentos presentados para determinar si hay fundamento para modificar o anular la condena previamente dictada.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó registros visuales que permitieron detallar los momentos previos al escape, incluyendo fotografías del odontólogo Javier Cely en el consultorio antes de que se produjera la evasión. Según la investigación, la introducción de la soga utilizada para descender por la ventana requirió coordinación y la participación de varias personas presentes en el lugar.
La Fiscalía señaló que la presencia de Aida Victoria Merlano fue clave para desarrollar el plan de fuga, indicando que suministró elementos como teléfonos móviles y facilitó el ingreso de objetos necesarios para ejecutar la evasión. La defensa, liderada por el abogado Miguel Ángel del Río, cuestionó esta interpretación, pero el tribunal concluyó que los actos atribuidos a la joven contribuyeron de manera directa al resultado.
La decisión contra Aida Merlano cierra una etapa del proceso por su escape, mientras continúa el análisis judicial de las responsabilidades derivadas de los hechos ocurridos en 2019.
