Después de que la reforma tributaría fue aprobada en las plenarias de Senado y Cámara, existen algunas diferencias en los textos aceptados en las dos corporaciones. Para que el proyecto sea sancionado por Petro y se convierta en Ley, debe surtir un último trámite: la conciliación.
Para este martes 8 de noviembre, está citada la conciliación del proyecto, un equipo de senadores y otro de representantes se reunirán para decidir cuales artículos se envían para la sanción presidencial.
Los artículos aprobados iguales en las dos corporaciones pasan de inmediato, en los artículos aprobados en las dos plenarias, pero con diferencias entre ellos, se deberá escoger solo uno: no está permitido introducir cambios en los textos ya aprobados.
Si alguna de las propuestas se hundió en una de las dos corporaciones, los conciliadores deberán decidir si pasa positivamente o definitivamente se desecha. Es el caso del impuesto a las iglesias, aprobado en la Cámara y rechazado en el Senado, que podría ser revivido y aprobado dentro de la Ley.
Otro punto importante a conciliar es la entrada en vigencia de los impuestos a las bebidas azucaradas y los alimentos ultaprocesados, pues en la Cámara se aprobó que regirían desde noviembre de 2023 mientras que en el Senado, las bebidas de gravarían desde julio de 2023 y desde septiembre los alimentos.
También un punto de conciliación será el de beneficios tributarios a las pequeñas y medianas empresas aprobado en la Cámara y rechazado en el Senado. El ministro de Hacienda se mostró en desacuerdo en conceder estos beneficios a las mypimes ya que se bajaría el recaudo de la reforma en cerca de un billón de pesos.
Los dividendos también deberán pasar por el proceso de conciliación ya que la medida impositiva sobre el tema salió diferente de las dos plenarias.
Lo que es casi seguro es que, en la tarde de este martes, ya esté listo el texto definitivo de la reforma que será convertida en Ley con la firma de Petro.
